Lo que se supondría que sería una gran campaña de jeans tuvo una controvertida recepción en las redes sociales.
La actriz Sydney Sweeney, famosa por su participación en películas como Madame Web o Inmaculada, así como en las series Euphoria y The White Lotus, es la estrella del comercial de ropa de mezclilla de la firma American Eagle.
El punto focal de dichos anuncios, en los que aparece la estrella recordando a la Brooke Shields de comienzos de los años 80 cuando anunciaba de manera sensual unos Calvin Klein, es jugar con las palabras en inglés "jeans" (pantalones vaqueros) y "genes", en alusión a la herencia genética.
Algunos asumieron que la campaña presume que Sweeney posee buenos genes, gracias a sus padres, y termina rematando con la frase "mis genes son azules", refiriéndose al color de sus ojos.
Usuarios en las redes determinaron que esta publicidad es una reafirmación de la superioridad genética blanca, lo que motivó hasta compararla con propaganda nazi y teorías supremacistas.
El término "great genes" en este contexto fue percibido como una declaración al linaje biológico de gran valor estético, sustentado en una mujer blanca, rubia y de ojos azules.
Con las primeras imágenes lanzadas por la firma se pudo leer, en distintas plataformas, comentarios como "¿azules como tus ojos o como la pureza aria?", "¿quién aprobó esa línea creativa y en qué siglo cree que vivimos?" o "esto no va de racismo explícito, sino de una falta de tacto brutal en la que se exige más diversidad".
American Eagle salió a destrabar la polémica con un mensaje en sus redes sociales.
"Sydney Sweeney tiene grandes jeans y (la idea de la campaña) siempre fue acerca de los jeans. Sus jeans. Su historia.
Continuaremos celebrando cómo cada uno viste sus AE jeans con seguridad, a su manera. Grandes jeans lucen bien en todos", escribió la firma en su cuenta de Instagram.
La polémica adquirió incluso tintes políticos y hasta algunas figuras e instituciones salieron a hablar.
El equipo de comunicación de la Casa Blanca, liderado por Steven Cheung, dijo que las críticas formaban parte de una "cultura de la cancelación exagerada" y figuras como Megyn Kelly y otros comentaristas conservadores condenaron la polémica como un "sobreanálisis político excesivo".
"Es un intento de la izquierda lunática de sobredimensionar un anuncio con críticas absurdas y ya es tiempo de que termine la era woke para tener una cultura popular que vuelva a la normalidad creativa y estética", sostuvo Kelly, periodista que tiene su propio podcast y show en vivo, que acumula más de 3.8 millones de suscriptores, en donde entrevista a políticos afines al movimiento MAGA (Make America Great Again).
La campaña de American Eagle generó más de 5 millones de impresiones hasta la fecha, elevando el valor de mercado de la firma en unos 200 millones de dólares y provocando un aumento hasta de un 10 por ciento en sus acciones.
Además, la firma comentó que la venta de estos jeans, adornados con una mariposa en el bolsillo, está destinada a reunir fondos para Crisis Text Line, una línea de apoyo a gente con problemas de salud mental, pero este mensaje quedó opacado por las protestas en redes.
La actriz no se ha manifestado sobre el caso, pero esta campaña sirve para ilustrar los riesgos de la publicidad provocadora en un contexto muy sensible y polarizado.
En boca de todos
En octubre del 2024, Sydney Sweeney se convirtió en vocera de la firma Dr. Squatch, dirigida a productos para la higiene masculina, con una serie de anuncios divertidos y algo pícaros.
Tuvieron tanto éxito que en mayo pasado la actriz lanzó un jabón de edición limitada, llamado Bathwater Bless, hecho con un toque de agua real de su bañera combinado con arena exfoliante y musgo terroso. Se fabricaron 5 mil unidades, que fueron a parar a 100 personas en EU.
Muchos cibernautas afirmaron que este elemento era "el colmo de la cosificación" y "marketing extremo digno de OnlyFans".