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HBO Max retira sus series clásicas de animación

La plataforma de streaming HBO Max ha dado un nuevo giro a su estrategia de contenidos al retirar de su catálogo varias de las series animadas más icónicas de Cartoon Network. Desde el 31 de julio, títulos emblemáticos como Agallas, el perro cobarde y ¿Qué hay de nuevo, Scooby-Doo? dejaron de estar disponibles para los suscriptores, tras la expiración de los acuerdos de licencia. Esta decisión ha provocado indignación y nostalgia entre los espectadores, con muchos preguntándose en redes sociales: “¿Por qué tiran así nuestra infancia?”.

Este movimiento no es puntual ni fortuito. Es el resultado de una política planificada por parte de Warner Bros. Discovery que, desde 2022, ha reorientado sus prioridades para reducir costes y centrar la oferta de la plataforma en contenidos destinados sobre todo al público adulto y familiar. El proceso ha incluido la eliminación masiva de series infantiles, la no renovación de derechos sobre clásicos, y el fin de acuerdos como el que permitía el acceso a la mayor parte de la biblioteca de Barrio Sésamo (Sesame Street). Según han publicado Deadline y medios especializados, retirar estos títulos permite al estudio ahorrar en pagos de regalías y aprovechar deducciones fiscales por la desvalorización de activos.

Detrás de la decisión hay razones económicas y de imagen. Mantener series clásicas en catálogo supone para el servicio un gasto sostenido, incluso si es contenido propio. La salida de títulos “de baja prioridad” libera presupuesto para nuevas apuestas alineadas con la marca HBO, históricamente asociada a producciones para adultos. La breve etapa bajo el nombre “Max” amplió momentáneamente la oferta infantil, pero el regreso a la marca tradicional ha reafirmado la selección de contenidos más restringida.

El impacto de estas cancelaciones se ha dejado sentir en la conversación pública. En X (antes Twitter), numerosos usuarios han expresado frustración y tristeza por lo que consideran la pérdida de parte de su infancia audiovisual. “Supongo que la nostalgia tiene fecha de expiración”, lamentaba un espectador. Otros no entienden la lógica de desaparecer programas de propiedad del grupo y apuntan a la posibilidad de que estos clásicos acaben, finalmente, en plataformas gratuitas como Tubi o YouTube, donde ya empiezan a proliferar viejos éxitos de la animación.

A pesar del giro, HBO Max mantiene la llegada de estrenos puntuales para el público infantil, como Toad and Friends, Silly Sundays o Iyanu. Sin embargo, la prioridad de las grandes series clásicas ha bajado hasta el punto de perder su espacio entre las opciones principales para los usuarios en España.

Este fenómeno abre el debate sobre el valor de la nostalgia y el futuro de la animación tradicional en la era digital. Los recortes dictados desde la lógica corporativa ponen en duda la permanencia de muchas de las historias que marcaron a varias generaciones. Por ahora, la comunidad de espectadores permanece atenta y muchos optan por recuperar viejos DVDs o esperar el traslado de sus recuerdos audiovisuales favoritos a nuevos escenarios en la red.

 

 

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