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Pozos y Soledad: sin lugar para tirar la basura

Ambos municipios dependen de la capital para disponer sus residuos; más de 30 tiraderos en el estado operan sin control ni supervisión ambiental

San Luis Potosí, SLP.- A más de medio año de su creación como municipio, Villa de Pozos sigue sin definir un sitio para la disposición final de su basura. Todo lo que recolecta termina en el relleno sanitario de la capital potosina, gracias a un acuerdo temporal que, por ahora, sostiene el servicio. Sin embargo, el Concejo Municipal no ha informado si ya se identificó un terreno para construir su propio relleno, ni si hay algún proyecto en trámite ante la autoridad ambiental.
 
En el Presupuesto 2025, Villa de Pozos destinó cerca de 15 millones de pesos para recolección, lo que permitió la compra de nuevas unidades y la operación de 17 rutas. Pero disponer la basura correctamente no se resuelve con camiones nuevos, se necesita infraestructura especializada que garantice el manejo ambientalmente seguro de los residuos.
 
Un caso similar enfrenta Soledad de Graciano Sánchez, municipio con más de 300 mil habitantes que tampoco cuenta con un sitio propio. Aunque el secretario general del Ayuntamiento, Benjamín Pérez Álvarez, aseguró que el proyecto de un nuevo relleno sanitario "no ha sido descartado", también reconoció que no hay fecha ni avances tangibles. “No es un retraso, sino parte del proceso de estudios técnicos”, dijo.
 
De acuerdo con información de la Secretaría de Ecología y Gestión Ambiental (Segam), actualmente sólo dos rellenos sanitarios en San Luis Potosí operan conforme a los estándares técnicos, el de la capital y el de Matehuala. El resto del estado enfrenta un panorama fragmentado y, en muchos casos, crítico.
 
En total, 46 sitios de disposición de residuos sólidos urbanos (RSU) han sido detectados en la entidad. De estos.
 
15 están bajo control técnico y vigilancia ambiental.
 
31 operan de manera informal, sin estudios de impacto ambiental, sin autorización y sin supervisión de las autoridades estatales o federales.
 
La ausencia de sitios adecuados para la disposición final de los residuos tiene consecuencias graves. La contaminación de suelos, ríos y mantos freáticos es una amenaza latente, al igual que la proliferación de basureros clandestinos que ponen en riesgo la salud pública.
 
Además, la dependencia de municipios sin infraestructura propia genera relaciones tensas entre territorios, pone en riesgo la continuidad del servicio y puede derivar en conflictos legales o ambientales de largo alcance.
 
Aunque la Ley Ambiental del Estado no exige que cada municipio tenga su propio relleno sanitario, sí obliga a garantizar el manejo integral y ambientalmente adecuado de los residuos, en coordinación con la Segam.
 
La realidad es que ni Villa de Pozos ni Soledad están cumpliendo con esa responsabilidad. Y en lugar de avanzar, prolongan una crisis silenciosa que, si no se atiende, terminará por colapsar los sistemas actuales y dejará consecuencias duraderas para el medio ambiente y la salud de sus habitantes.
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