El Kremlin se preocupa cada vez más por los contribuyentes europeos, a los que considera víctimas de lo que califica política militarista de la Unión Europea (UE) y la OTAN, que han decidido incrementar su gasto en defensa para hacer frente a la amenaza rusa.
"Porque hay que pagar tanto. Vete a saber cuánto. A los ciudadanos no les quedará nada", dijo este miércoles Dmitri Peskov, portavoz presidencial, a la prensa local.
Peskov se refería al alto precio en impuestos que los europeos tendrán que pagar por el armamento de fabricación estadounidense con destino a Ucrania.
Desde hace meses, la propaganda rusa intenta meter el dedo en la llaga de que los miembros europeos de la Alianza Atlántica tendrán que rascarse los bolsillos ante las presiones del presidente de EE.UU., Donald Trump.
Aunque sea Estados Unidos quien al fin y al cabo proporcione las armas, los culpables son siempre los europeos, por estar dispuestos a armar de su bolsillo al enemigo ucraniano.
Es sólo un negocio a la americana
"Los franceses no quieren pagar y los checos tampoco. Es decir, allí habrá también sus discrepancias", comentó sobre el anuncio de Trump, que le dio 50 días a Moscú para detener la guerra, so pena de imponer aranceles a Rusia y sus socios comerciales.
Peskov subraya que el trato que Trump propuso a sus aliados de la OTAN "es un negocio". "La pregunta es quién pagará por ello. Ahora, pagarán algunos europeos", adujo.
"Los europeos conducen una política militarista totalmente desenfrenada y declaran su intención de gastar ingentes cantidades de dinero en la compra de armas, en instigar la continuación de la guerra", señaló.
El Kremlin mantiene que es la OTAN quien enarbola la amenaza de Rusia para justificar su decisión de rearmar a los ejércitos europeos.
"La amenaza imaginaria de Rusia, esa amenaza ilusoria, es una táctica que se utiliza para sacarle el dinero a los contribuyentes, el famoso 5 %. Es la técnica que se utiliza para seguir bombeando dinero y armas a Ucrania", dijo recientemente.
Amenaza para los contribuyentes europeos
En una campaña claramente orquestada, cada alto funcionario ruso insiste en que son los ciudadanos europeos de a pie quienes acabarán pagando la factura de la guerra. Como si los rusos no estén sufriendo ya en sus propias carnes el coste del conflicto.
El presidente ruso, Vladímir Putin, aseguró que la decisión de la OTAN de que cada miembro aumente su presupuesto en defensa antes de que concluya la década es "una amenaza para los contribuyentes de los países de la Unión Europea y el Reino Unido".
Para reforzar sus argumentos, el jefe del Kremlin insiste en que la economía rusa ha crecido por encima del 4 % en los últimos dos años pese a la guerra, mucho más que en una Europa en paz, que creció solo un 0,9 %.
"¿Qué pasa en Occidente? Ellos siempre nos dan por muertos. Son ellos los que estirarán pronto la pata", dijo.
Con todo, se le olvidó recordar que la economía nacional se encuentra al borde de la recesión, según varios miembros del Gobierno.
El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, también insiste en sus viajes en que el dinero dedicado a ayudar militarmente a Ucrania se lo llevará el viento, ya que no influirá en la suerte de la guerra.
"En los últimos tres años simplemente les roban y en vez de utilizar los recursos recaudados a través de los impuestos para solucionar los agudos problemas socieconómicos, el dinero se emplea para financiar una guerra sin sentido en Ucrania", declaró.