San Luis Potosí, SLP.- Lo que por años ha sido un espacio de esparcimiento familiar y actividad física, podría transformarse radicalmente si prospera la intención del Ayuntamiento de reubicar bares y antros de la zona poniente a la emblemática avenida Venustiano Carranza.
Durante los fines de semana, Carranza se convierte en una vía viva, -corredores, ciclistas, familias paseando a sus mascotas, niños en carriolas y adultos mayores caminando con tranquilidad-. La avenida se ha ganado un lugar como pulmón urbano y punto de encuentro comunitario, especialmente en su tramo que cruza el Centro Histórico.
Frente a esto, comerciantes de la zona alzaron la voz, consideran que el traslado de centros nocturnos desde la avenida Himalaya significa un retroceso para el entorno social y comercial de Carranza.
“Queremos más espacios para desayunos, tiendas deportivas, librerías o cafés. No para antros que cambian por completo el ritmo de esta zona”, expresó, el dueño de una cafetería sobre la avenida. “Esto no es solo una decisión comercial, es una decisión de ciudad”.
Los locatarios argumentan que los antros no solo traen ruido, sino también una serie de problemas colaterales, -calles sucias por la mañana, personas alcoholizadas, inseguridad, y aumento en el flujo de vehículos con choferes y escoltas, lo cual contrasta con el ambiente familiar que se ha fortalecido en los últimos años.-
Además, revelaron que levantaron un nuevo censo comercial, en el que detectaron que al menos 80 locales en planta baja y 140 oficinas han cerrado o están vacíos en Carranza, lo que refleja una necesidad urgente de reactivación económica, sí, pero no a costa de su vocación ciudadana.
“No queremos que se repita lo de Himalaya. Allá, cada semana se abre un antro nuevo, y con ello vienen peleas, música a todo volumen y basura. Carranza necesita otra visión”, afirmó Verónica Torres, dueña de un restaurante que lleva 12 años en la zona.
Usuarios frecuentes de la avenida también manifestaron su rechazo a convertirla en un corredor nocturno. “Carranza es donde corro todos los días, es mi terapia. Aquí no hay tráfico pesado, no hay peligro. Que metan antros sería romper con todo eso”, dice Karla Martínez, habitante del barrio de Tequis.
“Mis papás ya son mayores, y les gusta salir a caminar aquí por las tardes. Meter bares y ruido en esta zona les quitaría ese pequeño placer”, añadió Jaime López, joven estudiante que también usa la ciclovía instalada en el tramo.
El propio gobernador Ricardo Gallardo Cardona reconoció que Venustiano Carranza necesita recobrar dinamismo económico, pero subrayó que no puede hacerse sin consultar a los habitantes de la zona.
“Antes de mover los antros a Carranza, debe haber un consenso claro. Allí viven muchas personas adultas mayores y no sabemos cómo les impactaría esa decisión”, declaró. “Sí, hay que reactivar, pero con responsabilidad”.
Además, advirtió que en la zona poniente de la ciudad ya se ha saturado de centros nocturnos sin regulación adecuada, y que la instalación desmedida de este tipo de giros podría replicar ese mismo problema en el corazón de la capital potosina.
Venustiano Carranza ha logrado lo que pocas avenidas en San Luis Potosí, convertirse en un eje urbano activo, seguro y familiar. La propuesta de reubicar antros desde Himalaya hacia esta avenida enfrenta resistencia no por capricho, sino por una visión distinta de ciudad.
Quienes viven, trabajan y disfrutan de Carranza piden que se fortalezca su vocación como espacio comunitario, y que la revitalización económica llegue con propuestas acordes a su identidad, negocios que complementen su ambiente tranquilo, no que lo destruyan.
Reactivar sí, pero no a costa de convertir un refugio familiar en una zona de conflicto nocturno.