El Monarca, de 76 años, podría reunirse este año con el Duque de Sussex siempre y cuando modere sus ataques públicos contra la Familia Real
Las rencillas entre el Rey Carlos III y su hijo, el Príncipe Enrique, podrían quedar atrás dando paso a una reconciliación, aunque tendrá una sola condición.
El Monarca, de 76 años, podría reunirse este año con el Duque de Sussex siempre y cuando modere sus ataques públicos contra la Familia Real y ponga fin a sus "interminables" entrevistas, informó Daily Mail.
Fuentes cercanas a la realeza de Inglaterra aseguran que este primer paso se cristalizó hace unos días, cuando los asesores principales del Rey y el Príncipe celebraron una "cumbre de paz secreta".
Al parecer, las conversaciones ocurrieron en un club privado de Londres y al menos tres representantes de ambos bandos fueron vistos hablando en la Royal Over-Seas League, ubicada a sólo tres minutos de Clarence House.
Enrique estuvo representado por su directora de comunicaciones en Montecito, California, Meredith Maines, mientras que Liam Maguire, jefe del equipo de relaciones públicas de los Sussex en el Reino Unido, también estuvo presente. Ambos aparecían junto al secretario de comunicaciones del Rey, Tobyn Andreae.
Afirman que el "proceso de acercamiento" entre ambas partes podría sanar finalmente años de relaciones rotas dentro de la Familia Real, pero sólo si Enrique deja de realizar "interminables rondas de entrevistas televisivas como su única vía de comunicación".
Sin embargo, puntualizan, lo que probablemente sea muchísimo más difícil será reunificar la fracturada relación entre Enrique y su hermano Guillermo, en especial luego de que en sus memorias, "Spare: en la Sombra", revelara que ambos tuvieron una pelea física por su relación con Meghan Markle.
De ser cierta esta información, sería la señal más contundente hasta la fecha de la determinación de ambas partes para resolver la amarga disputa de la Casa de Windsor.
"El Rey ha demostrado constantemente su amor por sus dos hijos y, como ya lo ha hecho en el pasado, está dispuesto a reunirse con Enrique cuando sus agendas lo permitan. No es inusual que asesores de diferentes casas se reúnan, especialmente cuando hay una nueva incorporación de personal, pero, sin duda, este es un momento significativo", añadieron las fuentes.
La relación pública entre padre e hijo se vio afectada en 2020, cuando Enrique y Meghan decidieron apartarse de la Familia Real y establecer su residencia en Los Ángeles.
En mayo de este año se reportó que el Príncipe deseaba volver a hablar con su papá sobre todo por que no sabe cuánto tiempo más le queda de vida debido al cáncer que el Soberano padece desde 2024, y del que no se han dado detalles.