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Hospitales públicos y privados bajo lupa por falta de higiene

De enero a la fecha, COEPRIS ha realizado 34 revisiones a establecimientos hospitalarios

San Luis Potosí, SLP.- Aunque la Secretaría de Salud asegura realizar revisiones permanentes a hospitales y farmacias del estado, las denuncias por presuntas negligencias e irregularidades sanitarias en instituciones públicas y privadas siguen acumulándose.
 
A través de la Comisión Estatal de Protección Contra Riesgos Sanitarios (COEPRIS), la autoridad sanitaria estatal realiza visitas de verificación a hospitales, clínicas y farmacias con el objetivo de garantizar condiciones óptimas de infraestructura, equipamiento, manejo de insumos médicos y profesionalización del personal. De enero a la fecha, COEPRIS ha realizado 34 revisiones a establecimientos hospitalarios, ya sea como parte de su programa anual o en respuesta a denuncias ciudadanas.
 
Estas visitas comprenden una revisión integral que va desde la revisión del mobiliario e higiene, hasta el cumplimiento de normativas como la existencia de licencias sanitarias vigentes, el correcto manejo de residuos peligrosos biológico-infecciosos, y la operatividad de comités clave como los de Infecciones Nosocomiales y Farmacovigilancia.
 
Sin embargo, la realidad que reportan pacientes y familiares contrasta con la supervisión oficial. Casos recientes han encendido las alertas en hospitales como el Beneficencia Española y el Hospital Noyola, donde se han registrado al menos cuatro casos de recién nacidos infectados con bacterias en la sangre presuntamente a causa de malas prácticas de higiene hospitalaria. En ambos centros se han identificado dos casos respectivamente, en los que bebés adquirieron infecciones graves poco después de nacer.
 
Padres de familia han hecho públicas sus denuncias, acusando una posible negligencia por falta de esterilización adecuada en equipos médicos, malas condiciones en áreas críticas y deficiencias en los protocolos de limpieza. Estas acusaciones coinciden con reportes ciudadanos sobre condiciones insalubres en baños de clínicas del IMSS e instalaciones del ISSSTE y  el Hospital Central Ignacio Morones Prieto, donde los usuarios también se quejan por la falta de higiene general y mantenimiento.
 
Estos señalamientos dejan entrever una preocupante distancia entre el discurso institucional y las condiciones reales en muchos centros de salud. Aunque COEPRIS asegura tener un sistema de vigilancia constante, los resultados no parecen reflejarse en la experiencia de los usuarios ni en la prevención de situaciones de riesgo sanitario.
 
La opacidad en torno a los resultados de las visitas de verificación y la falta de acciones públicas concretas contra hospitales señalados, refuerzan el cuestionamiento ciudadano,  ¿se está supervisando realmente, o solo se están cumpliendo requisitos burocráticos?
 
El reto para las autoridades sanitarias no es menor. De nada sirve tener lineamientos si estos no se traducen en garantías reales para los pacientes. Y mientras no se atiendan a fondo las deficiencias denunciadas por los usuarios —más allá del papeleo y las visitas programadas—, los hospitales seguirán siendo espacios donde la salud, paradójicamente, también corre peligro.
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