San Luis Potosí, SLP.- El Instituto Municipal de Planeación (Implan) de San Luis Potosí asegura estar trabajando en una etapa "preliminar" del Programa de Desarrollo Urbano del Centro de Población, pero su narrativa comienza a generar desconfianza entre diversos sectores ciudadanos, especialmente entre colectivos que han sido excluidos del proceso, como Pedaleando SLP, un grupo activo en la promoción de la movilidad sustentable y el derecho a una ciudad accesible para todas las personas.
Este colectivo, integrado por ciclistas urbanos, activistas y promotores de infraestructura vial incluyente, denunció que las mesas de trabajo del Implan han carecido de apertura real hacia la ciudadanía organizada. La exclusión del colectivo no es menor, su participación podría aportar una perspectiva clave sobre sustentabilidad, movilidad no motorizada y derecho a la ciudad, elementos fundamentales en cualquier proyecto urbano moderno.
Pese a que el titular del Implan, Javier Ernesto Flores Navarro, defendió el proceso señalando que se han convocado a más de 60 instituciones —en su mayoría cámaras empresariales y organismos gubernamentales—, no fue capaz de mencionar a un solo colectivo ciudadano específico. Su argumento, “no puedo personalizar e invitar a todo San Luis”, sugiere más una visión burocrática que una voluntad real de diálogo con la ciudadanía.
“El reclamo que hacen es por esto que acabamos de hacer”, dijo el funcionario, minimizando las críticas y asegurando que habrá consultas más abiertas en el futuro, cuando el programa ya esté estructurado. Sin embargo, esa promesa de inclusión suena más a trámite legal que a una verdadera disposición de escuchar voces diversas desde el principio.
El Implan afirma que en esta primera etapa se han generado más de 300 propuestas y que el proceso completo podría tomar más de un año para llegar a una versión final, que aún necesitará pasar por el Cabildo y obtener un dictamen de congruencia. ¿Pero qué clase de transformación urbana se puede esperar si los colectivos ciudadanos —que viven y transitan diariamente la ciudad— no han sido tomados en cuenta desde la raíz del proyecto?
San Luis Potosí necesita un desarrollo urbano hecho con la gente, no para la gente. Procesos cerrados, lentos y dominados por organismos que priorizan la infraestructura motorizada sobre la movilidad humana no sólo retrasan la planeación urbana, sino que perpetúan desigualdades.
Lo que hoy se decide en silencio en unas cuantas mesas, definirá cómo se moverá y vivirá San Luis Potosí por décadas. La participación ciudadana no puede ser una fase protocolaria al final del proceso debe ser el punto de partida.