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Solo el 16% de árboles en mal estado son atendidos

La omisión y resistencia ciudadana agravan el riesgo en temporada de lluvias

San Luis Potosí, SLP.- En plena temporada de lluvias y ráfagas de viento, al menos 30 árboles han sido identificados como peligrosos por estar totalmente secos o en condiciones críticas dentro de la ciudad de San Luis Potosí. Sin embargo, solo entre 4 y 5 reportes diarios son atendidos por el Heroico Cuerpo de Bomberos, lo que representa un promedio del 16% del arbolado dañado intervenido oportunamente. Esta brecha evidencia una alarmante diferencia entre el diagnóstico y la acción, en parte por la oposición de vecinos a permitir la poda o remoción de ejemplares, aun cuando estos representan un riesgo real.
 
Casos como el del barrio de San Miguelito muestran cómo la negativa de algunos residentes ha impedido la atención de árboles visiblemente afectados por plagas, hongos o sequías. En la emblemática plaza del lugar, se pueden observar árboles con follaje escaso, ramas sin hojas y síntomas claros de deterioro. La situación se replica en el Parque Juan Ruiz de Alarcón, donde más de 30 árboles han sido detectados como completamente secos, con riesgo de caer.
 
El problema no se limita a estas zonas. La avenida Fleming alberga un pabellón de más de una docena de palmeras en condiciones deplorables, las cuales también representan un riesgo inminente. También hay reportes en avenida Carranza, así como en múltiples colonias de la zona metropolitana, donde árboles envejecidos, enfermos o inclinados amenazan con caer ante cualquier tormenta o viento fuerte.
 
El Cuerpo de Bomberos advierte que con la llegada de las lluvias, el reblandecimiento del suelo incrementa la inestabilidad de árboles, especialmente los de gran tamaño. Esto, sumado a estructuras metálicas debilitadas, provoca accidentes que pueden afectar viviendas, vehículos, tendido eléctrico e incluso poner en peligro vidas humanas.
 
Si bien es comprensible el deseo de preservar el arbolado urbano como símbolo de vida y ecología, la seguridad de las personas debe ser prioridad. Es necesario hacer una reflexión profunda, -proteger la naturaleza no puede implicar poner en riesgo a la ciudadanía. La prevención, el monitoreo comunitario y el reporte responsable deben ir de la mano con las acciones de las autoridades para evitar tragedias que, con voluntad, podrían evitarse.-
 
Es momento de actuar con responsabilidad. Los árboles en malas condiciones no solo representan un problema ambiental, sino un asunto de protección civil. La cultura del cuidado debe incluir también el entendimiento de que podar o retirar un árbol en riesgo no es un atentado contra la naturaleza, sino una medida de prevención por el bienestar de todos.
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