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Interapas: Tres años de anuncios, ninguna solución y miles sin agua

En enero 2026 podría concretarse la salida de Soledad del organismo

San Luis Potosí, SLP.- La historia de la desincorporación de Soledad de Graciano Sánchez del INTERAPAS parece un disco rayado, el anuncio se repite, las posturas se endurecen, los plazos se corren, pero nada cambia. Mientras tanto, en las colonias del municipio, la gente sigue padeciendo la falta de agua, el colapso en el drenaje y la indiferencia institucional.
 
El alcalde de San Luis Potosí, Enrique Galindo Ceballos, lo dijo claro esta semana, “tres años se ha dicho que esto va a pasar y no ha pasado”. No lo dijo con resignación, sino con la seguridad de quien sabe que el juego político no tiene fecha de caducidad, y que el movimiento separatista promovido por el gallardismo podría estancarse otra vez en trámites, posturas y “escenarios”.
 
Por su parte, el diputado local Luis Fernando Gámez Macías, afín al gobernador Ricardo Gallardo Cardona, celebró que “por fin” se pueda concretar la salida de Soledad del organismo en enero de 2026. Lo plantea como un logro necesario ante un organismo “rebasado”, que “cobra por el agua que no entrega” y que carga con una cartera vencida millonaria, que para muchos hogares representa un adeudo impagable.
 
El delegado de INTERAPAS en Soledad, Daniel Gámez, por su lado, se mantiene firme, dice que el tema deben resolverlo los cabildos, los ayuntamientos y los alcaldes. Mientras tanto, se siguen revisando pozos, atendiendo fugas y drenajes colapsados, aunque en muchas colonias eso es solo una promesa.
 
La realidad es mucho más cruda que los discursos. Colonias enteras en Soledad sobreviven con tandeos ineficientes, pipas que llegan tarde —cuando llegan— y calles anegadas por la falta de mantenimiento en alcantarillas y drenajes. La gente compra agua para vivir, como si no fuera un derecho humano garantizado por la Constitución. Y todo esto ocurre en un contexto donde el agua se ha vuelto una ficha más en una guerra política entre poderes municipales y estatales.
 
Mientras tanto, al interior del INTERAPAS también hay reacomodos. Esta semana se designó a Enrique Alfonso Obregón como nuevo titular del Órgano Interno de Control. Un funcionario con experiencia previa en el Ayuntamiento de San Luis Potosí, en el IMPLAN y en la dirección de los parques Tangamanga, relevado por el propio gobernador meses atrás. Obregón promete “fortalecer los procesos de auditoría interna y control”, lo que podría interpretarse como un intento por sanear desde dentro o, quizá, como una señal de que el tablero político sigue moviéndose.
 
Este nombramiento llega tras una salida silenciosa del anterior contralor, que simplemente dejó de asistir a sus funciones. Un reflejo más de cómo opera el organismo, sin transparencia, sin claridad, sin responsabilidad institucional.
 
La pregunta de fondo sigue sin responderse, ¿quién está realmente pensando en la ciudadanía? Porque mientras el gobernador presume una inminente separación y el alcalde capitalino espera un documento oficial para fijar postura, miles de personas siguen llenando cubetas, comprando pipas y viendo cómo se inunda su calle con aguas negras. La administración del agua se ha convertido en un juego político que ha olvidado su sentido básico,- garantizar un derecho humano esencial.-
 
No se trata de defender a INTERAPAS ni de glorificar la separación. Se trata de exigir que, más allá del ruido político, alguien se haga responsable. Alguien que entienda que el agua no puede seguir siendo rehén de cálculos electorales o de venganzas institucionales.
 
Enero de 2026 está a la vuelta de la esquina. Pero para quienes no tienen agua hoy, ese plazo es eterno.
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