En lo que fue calificado como un acto de absoluta bajeza e irrespeto fue cometido por personas desconocidas que incursionaron en las instalaciones del cementerio municipal nuevo. En Tierra Nueva, donde causaron destrozos en numerosas lápidas, destruyendo la paz y la memoria de quienes descansan en ese lugar.
Cruces rotas, imágenes religiosas despedazadas, floreros y adornos hechos añicos, fue el escenario que encontraron visitantes al panteón, quienes no daban crédito a la barbarie cometida. Poco o nada les importó a los vándalos profanar tumbas y perturbar la tranquilidad de un sitio que merece respeto absoluto.
Indignados, ciudadanos han alzado la voz en redes sociales, exigiendo a la presidenta municipal Yessenia Pilar Sánchez que deje de emitir simples condenas y presente de inmediato la denuncia correspondiente para dar con los responsables y verlos tras las rejas.
“Basta de tibieza y promesas, queremos resultados y castigo ejemplar”, reclamaron los habitantes de Tierra Nueva.
Hasta ahora, la alcaldesa Pily Sánchez se ha limitado a lamentar públicamente los hechos y prometer que se harán reparaciones para restaurar la dignidad de las tumbas afectadas, pero la población insiste en que eso no es suficiente.
El repudio es generalizado, pues este acto no solo lastima a las familias, sino que refleja el grado de impunidad y descomposición social que se vive.
“Ya no respetan ni a los muertos,” lamentaron familiares de los difuntos sepultados, exigiendo vigilancia permanente en el cementerio y cárcel para los responsables de este acto que rebasa los límites de la decencia y el respeto humano.