Además de un alto riesgo para su seguridad personal, la labor de búsqueda de sus seres queridos desaparecidos supone para muchas mujeres el deterioro de su salud y de su situación económica, advierte un informe de Amnistía Internacional (AI).
Desaparecer Otra Vez, presentado este martes, fue elaborado a partir de las respuestas de más de 600 mujeres buscadoras de 30 entidades a un cuestionario elaborado por la organización civil, así como de grupos focales y testimonios.
Destaca el grave peligro en el que las buscadoras ejercen su labor, que se traduce en muchas ocasiones, en asesinatos, desapariciones, amenazas, ataques y extorsión.
Al menos 16 de esas mujeres, indica, han sido asesinadas.
Amnistía remarca que las mujeres buscadoras asumen una tarea, la búsqueda de personas desaparecidas, la cual es responsabilidad del Estado.
"Las buscadoras rara vez acuden a las autoridades para denunciar o solicitar apoyos. Esto se debe, en gran medida, a la desconfianza que les tienen, pero también en la cooptación del crimen organizado de servidores públicos", indica.
"Las autoridades que han sido creadas para hacer frente a las violencias y afectaciones que viven las mujeres buscadoras han respondido con una violencia más, la institucional, al ser deficientes y omisas en brindar la protección que ellas requieren".
En tanto, advierte, la gran mayoría de buscadoras ha tenido afectaciones en materia de salud física y mental, destacando la depresión, el insomnio y la aparición de enfermedades o el deterioro de enfermedades preexistentes.
"Además, las mujeres buscadoras dedican sus recursos económicos y sociales a la búsqueda, en detrimento de sus propias condiciones de vida digna, más cuando provienen de contextos de empobrecimiento, escasos recursos y/o empleos precarizados".
El informe reconoce que se han registrado algunos avances en el reconocimiento de buscadoras como defensoras de derechos humanos.
"Sin embargo, aún existen retos importantes para la incorporación de buscadoras que no son líderes o tienen un perfil tan visible. Adicionalmente, no se aplica un enfoque integral con perspectiva de género y de infancias en las medidas que se otorgan, y no se evalúa adecuadamente la efectividad de las medidas y el seguimiento de los casos".