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Evitar la violencia, responsabilidad personal

Desde la familia podemos cultivar el ser fieles a la verdad, practicar la unidad y luchar siempre por el bien

Sin los valores no somos seres humanos

El vocero del Arzobispado potosino, Tomás Cruz Penales, señaló que “Sabemos que los valores son necesarios para la armonía y la tranquilidad de los nuestros. Todos los valores son fundamentales en nuestra vida desde el momento en que ustedes, queridos papás, mamás, inculcan a sus hijos para que sean una mejor persona. Sin los valores no somos seres humanos, hay que amar al prójimo, ser solidarios en los momentos más difíciles, respetarnos, ser perseverantes al proponernos una meta”.

Dijo que “Los valores podemos inculcarlos desde la misma educación, pero fundamentalmente desde la familia. Por ello, en este tiempo, animen a sus hijos, ayúdenlos en el desarrollo de su formación, estén con ellos para que lo que aprendan en las instituciones educativas lo puedan evidenciar en buenas actitudes que nos ayuden a erradicar esa violencia y ese deterioro que se percibe en nuestra sociedad”.

Consideró que “En cualquier contexto social en el que nos encontremos, es necesario aprovechar los tiempos en familia para que se desarrolle la obra maravillosa de educar. Y es que con esta exhortación deseo invitarles a que no dejen de estar al tanto de cómo se va desenvolviendo la formación de los hijos. Puede darse que en algunos sectores educativos los valores fundamentales no sean propiamente indispensables o mejor dicho no sean una prioridad”.

 

Necesario inculcar valores desde el hogar

Cruz Perales señaló que “En estos tiempos, el Estado pretende decidir sobre algunos elementos de formación que son exclusivamente responsabilidad de ustedes queridos papás, mamás”.

Advirtió que “Ante la falta de formación en los valores, tristemente se puede observar como resultado de ello que gran parte de las nuevas generaciones tienen un mal comportamiento en el hogar, en la escuela, en el trabajo, en las calles”.

Y agregó que “Todo esto hace suponer y señalar que este perfil de formación del que tal vez hoy carezca el sistema educativo sea necesario que en el hogar, en la familia, se pueda inculcar”.

El vocero católico dijo que “Hay que hacer énfasis en la formación de los valores humanos y cristianos que nos sensibilizan y nos ayudan a hacer retroceder esa posible descomposición social. Por ejemplo, pensemos en nuestra formación cívica”.

Relató que “Me cuenta una persona que en cierta ocasión, cruzando hacia la avenida por esas zonas pintadas de cebras, cuyo fin es el paso de los peatones. La cruzó con la precaución debida, incluso previendo la lejanía de los vehículos, pero de pronto al cruzar casi se le echa encima un bocho, cuyo chofer ni pizca hizo por disminuir la velocidad”.

Y agregó que “Este amigo tuvo que echar un brinco para evitar ser atropellado ante un acto de violencia como este. ¿Vale la pena enojarme por lo que ha hecho esta persona? ¿Voy a dejar que esta persona me quite mi tranquilidad? Ciertamente el susto nos puede dejar con sentimientos encontrados.

 

Evitar responder no nos convierte en tontos

Tomás Cruz Perales dijo que “No cabe duda que la situación nos puede llevar a una actitud de corresponder con violencia o echar a perder el buen estado de ánimo por la injerencia de este tipo. Esto no quiere decir que al evitar una reacción contestataria seamos percibidos como tontos o parecer personas frágiles. Tomar una buena actitud me daría calma y serenidad”.

Consideró además que “Tal vez sí provoque un poco de impotencia, pero no me arriesgaría a una posible mayor consecuencia lamentable, pues no sé en qué condiciones o el estado de ánimo o violencia se pudiera encontrar esta persona, ya de por sí agresiva”.

Por ello dijo que “Depende de cada uno de nosotros erradicar todo tipo de violencia, de darnos la oportunidad de mostrar un rostro más humano. Podemos ejercitarnos y ayudarnos para terminar con esa mala actitud en sus múltiples facetas verbal, psicológica o física”.

El religioso insistió en que “Necesitamos una conducta que se cultiva y se desarrolla a través de los valores. Es por ello que en esta ocasión he querido compartir con ustedes la gran necesidad de poner énfasis en la educación y sobre todo en la formación a través de los valores, tanto humanos como cristianos. Creo que desde la familia podemos cultivar el ser fieles a la verdad, practicar la unidad y luchar siempre por el bien”.

 

 

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