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¿Lloras cuando estás enojado o en medio de una discusión? Aquí unos consejos

GQ | 29/06/2025 | 17:13

Saber cómo dejar de llorar cuando estás enojado no significa debilidad, es más un tipo de control emocional. No es mi caso pero tengo una amiga que llora por todo, desde películas, canciones de amor, recuerdos, perros y, por supuesto, durante las discusiones. Lo sé porque vivimos juntas por años. De vez en cuando discutíamos, como cualquier par de roomies, sobre los platos, las cuentas, el volumen de la televisión por la noche y cuánto subíamos el aire acondicionado en verano. Estas conversaciones casi siempre acababan en lágrimas.
 
Su reacción me parecía confusa porque nuestros desacuerdos no me parecían tan grandes. ¿Por qué pedirle que pague Uber, porque ya sabes, le tocaba a ella, hacía que llorara? Desde entonces aprendí que algunas personas lloran más fácilmente que otras.
 
La doctora Molly Burrets, psicóloga clínica y profesora adjunta de terapia matrimonial y familiar en la Universidad del Sur de California, explica que la confrontación en general, provoca que las emociones se vuelvan más intensas, y que algunos de nosotros nos sentimos más abrumados, por ejemplo, por una voz grave, un tono directo o una crítica.
 
Si te sientes identificado y estás harto de no poder superar un desacuerdo sin llorar, debes saber que es absolutamente posible.
 
¿Por qué lloras cuando el ambiente se pone tenso?
 
Para que quede claro: llorar no tiene nada de malo, incluso si eres hombre –esa época en la que el género masculino tenía prohibido hacerlo debería ya quedar atrás–. De hecho, es una respuesta fisiológica completamente natural y normal a las situaciones tensas. “Cuando percibes una amenaza o experimentas mucho estrés, tu cuerpo reacciona con lágrimas como una forma de liberar la tensión”, explica la doctora Burrets.
 
El llanto es también la forma en que el cuerpo hace frente a la sobrecarga emocional, es decir, cuando sensaciones como tristeza, alegría o ira son demasiado intensas. Llega un momento en que sientes la necesidad de liberar esas emociones que se están cocinando a fuego lento. Pero ese punto de inflexión, ese momento en el que ya no puedes aguantar más, varía mucho de una persona a otra. Algunas personas, como mi amiga, son más sensibles a la acumulación de emociones y le salen lágrimas en cuanto sienten una pizca de frustración o tristeza.
 
Si lloras con facilidad, también es señal de que te cuesta procesar y comunicar tus emociones. Esto se debe a que tu familia evitaba los conflictos cuando crecías, te reprendían por hablar de tus sentimientos o a que por la razón que sea te da vergüenza expresarte. Según la doctora Burrets, estos problemas tan arraigados dificultan la búsqueda de palabras que reflejen lo que se está experimentando, por lo que el llanto es una forma de comunicación no verbal.
 
Como ves, los motivos por los que lloramos son diversos e, incluso, existen diferentes tipos de lágrimas.
 
¿Cómo evitar llorar en un conflicto?
 
Aunque llorar es natural y saludable, quizá te encuentres en situaciones en las que quieras contenerte. Tal vez te satures cuando te peleas con tu pareja o tus lágrimas te impidan mantener conversaciones constructivas con tus roomies. Quizás estás harto de tener los ojos rojos e hinchados todo el tiempo cuando discutes con alguien.
 
Puedes aprender a llorar menos con un proceso llamado regulación emocional, que se refiere a la capacidad de controlar tus estados emocionales. Hay varias formas de hacerlo, pero la clave está en intentar hasta que encuentres una técnica que te funcione. Te dejamos cuatro opciones que te ayudarán a ganar algo de control sobre tus lágrimas:
 
Respiración profunda
 
Si tu hermano y tú se pelean por los planes para las próximas vacaciones, por ejemplo, y te dan ganas de llorar, concéntrate en la respiración. Los ejercicios de respiración profunda, como inhalar durante cuatro segundos, aguantar la respiración cuatro y exhalar otros cuatro, relajan el sistema nervioso, lo que reduce el estrés y suprime las ganas de llorar, aconseja la doctora Burrets. ¿Sabes que llorar es una respuesta fisiológica que te calma? Lo mismo ocurre con las inhalaciones y exhalaciones lentas y profundas.
 
Lo ideal es realizar el ejercicio de respiración justo antes de tener una conversación difícil, para estar preparado y concentrado. Esto reducirá las probabilidades de llorar aunque no siempre es posible, sobre todo si de repente te encuentras en medio de una acalorada discusión. En ese caso, la doctora sugiere que te enfoques en tu respiración. Necesitarás algo de práctica para dominarlo pero con el tiempo y la experiencia lo conseguirás.
 
Saber conectarte a la tierra
 
Las técnicas de conexión a la tierra ayudan a alejarte de las emociones y reducir su intensidad. Estos ejercicios activan el sistema nervioso parasimpático, la red de nervios del cuerpo que ayuda a calmarte y relajarte, lo que baja el ritmo cardiaco, la respiración y todos los pensamientos que giran en tu cabeza, explica la doctora Burrets. Cuando empieces a sentirte angustiado, recomienda que repitas mentalmente el alfabeto hacia atrás (Z, Y, X, W...), así tendrás algo en lo que enfocarte y te sentirás menos abrumado por la agitación que surge en una discusión.
 
Otra técnica es prestar atención a tus sentidos. Piensa en cinco cosas que ves, cuatro que sientes, tres que oigas, dos que huelas y una que puedes saborear. También haz un monitoreo corporal, concéntrate en las sensaciones de cada parte del cuerpo empezando por la cabeza y bajando hasta los dedos de los pies. O no te compliques, concéntrate en un sola objeto que sientas como la tela de la silla en la que estás sentado o los dedos de los pies moviéndose dentro de los zapatos. La especialista resalta que estos ejercicios son útiles para concentrarte en ellos durante una conversación tensa. “Te sorprendería lo fácil que es practicar técnicas de conexión a la tierra cuando estás hablando con alguien”, agrega.
 
Anímate a ti mismo
 
Anota algunas afirmaciones que puedas decirte cuando, por ejemplo, discutas con tus amigos. Sin estas afirmaciones tranquilizadoras tu cerebro diría: “¡Voy a llorar otra vez! ¡Esto es horrible!”. Ya sabes, el tipo de discurso negativo que te hace querer aprender a cómo dejar de llorar cuando estás enojado.
 
Date un poco de amor y apoyo, las investigaciones demuestran que las afirmaciones positivas regulan algunas de las respuestas fisiológicas que se disparan cuando estás estresado. Según la doctora Burrets, no se puede tener más de un pensamiento a la vez, así que si te concentras en lo bien que lo estás haciendo manteniendo la calma, no sólo te darás un impulso de confianza, sino que habrá menos espacio en tu cerebro para ver lo que está mal.
 
Tómate un descanso
 
Por mucho que pongas en práctica estos consejos, es posible que se te salgan las lágrimas durante una conversación dura. “A veces estás tan abrumado emocionalmente que llorarás”, destaca la doctora. Eres un ser humano, eso ocurre, pero si para ti es importante no llorar, apártate y tómate un descanso.
 
La doctora recomienda aclararle a la otra persona que no estás abandonando la discusión. Di algo como: “Esta conversación es importante para mí pero necesito tomar una pausa de unos minutos para concentrarme en ella”. Pregúntale si retoman la conversación en 15 minutos o si es necesario, al día siguiente, para que tenga una idea de cuándo pueden resolver el problema.
 
A todos los que lloran, y lo digo de la forma más cariñosa posible, déjalo salir si quieres. Y cuando no quieras, espero que los consejos anteriores te ayuden a sentirte con más control. ¿Qué me llevo? Aunque no entienda del todo por qué llora mi amiga, ahora sé que esas lágrimas son la forma que tiene su cuerpo de calmarse.