Lunes 30 de Junio de 2025 | Aguascalientes.
Unos 100 habitantes acompañados de migrantes marcharon ayer por la paz en esta ciudad y para exigir al Gobierno municipal, encabezado por el Alcalde morenista Yamil Melgar Bravo, un cese a la violencia.
La caminata, que se realizó en silencio y en la que algunos hacían oraciones, partió del centro de la ciudad hacía el Parque "Bicentenario".
"Queremos que la esperanza llegue a la ciudad y pedirle a las autoridades que hagan lo que esté en sus manos para que llegue la seguridad", dijo María de la Luz una de las mujeres que integraron el contingente.
"Venimos a esta marcha procesión, porque yo quiero paz. La necesitamos, para que cada pueblo viva bien", indicó Darline, una migrante procedente de Haití, quien participó en la movilización.
Otra pobladora señaló que el pasado 21 de junio, en Tapachula, fue encontrado el cuerpo de una mujer torturada en un basurero; al siguiente día, fue asesinado a balazos un hombre afuera de su casa y las balaceras se escuchan en los alrededores del centro de la ciudad.
Apenas el viernes, Luis Manuel López Alfaro asumió como nuevo Obispo de Tapachula en una ceremonia celebrada en el Seminario Menor y a la que asistió el Gobernador de Chiapas, el morenista Eduardo Ramírez; el Fiscal Jorge Luis Llaven; el Secretario de Seguridad Pública del Estado, Óscar Aparicio, y el presidente del Tribunal Superior de Justicia y del Consejo de la Judicatura de Chiapas, Juan Carlos Moreno Guillén.
En su intervención, reconoció el panorama de "muerte" que hay en la entidad, pero dijo que para lograr la paz es necesario la participación de todos y no sólo de las autoridades.
Anita Mendoza Cruz, pobladora e integrante de la Diócesis de Tapachula, lamentó que en las regiones de la Sierra y en algunos municipios de la costa la violencia y la disputa territorial entre cárteles de la droga no cesan en el estado.
"La migración, la pobreza, la inseguridad, el tráfico y menudeo de drogas, enmarcados por los discursos vacíos de triunfo y vanagloria de los Gobiernos estatal y federal, que no van más allá de las palabras. Estas realidades son nuestro pan de cada día.
"La Sierra y algunos municipios de la Costa, como donde yo vivo, hemos sufrido la violencia derivada de la disputa entre cárteles de la droga por el control de la zona. Sin embargo, también estamos atentos, los unos a los otros, de manera solidaria, haciendo la cruz menos pesada", manifestó.
