Agencia Reforma | 28/06/2025 | 11:12
El presidente de la Universidad de Virginia, James E. Ryan, anunció ayer su renuncia ante las demandas de la Administración Trump de que se hiciera a un lado para ayudar a resolver una investigación del Departamento de Justicia sobre los esfuerzos de diversidad, equidad e inclusión de la institución.
Que el líder de una de las universidades públicas más importantes del país haya tomado una medida tan extraordinaria demuestra el éxito del Presidente Donald Trump al aprovechar los poderes de investigación del Gobierno Federal para lograr los objetivos políticos de su Administración.
The New York Times informó el jueves que el Departamento de Justicia había exigido la renuncia de Ryan como una condición para resolver una investigación de derechos civiles sobre las prácticas de diversidad de la escuela.
En un comunicado, Ryan, quien dirigía la Universidad de Virginia desde 2018, explicó que prefería dimitir antes que "luchar contra el Gobierno federal".
"Si esto no fuera tan personal para mí, podría haber elegido un camino diferente", expuso, enfatizando que "principios muy importantes están en juego" en este asunto.
Intentar permanecer en el puesto parecía "egoísta y egocéntrico ante los cientos de empleados que perderían sus empleos, los investigadores que perderían su financiación y los cientos de estudiantes que podrían perder su ayuda financiera o ver sus visas denegadas", añadió al explicar su gesto.