Gregory Kissling, CEO de Breguet, comparte con GQ México y Latinoamérica todo lo que hay detrás de los nuevos relojes Breguet Type XX Chronographe 2075. Desde la inspiración hasta los innovadores procesos de fabricación, esto es lo que hace especial a este par de relojes.
El lanzamiento del Breguet Type XX Chronographe 2075 es especial en múltiples formas. Fue el 2 de septiembre de 1930 cuando los pilotos Dieudonné Costes y Maurice Bellonte aterrizaron en Nueva York, tras salir de París abordo de una aeronave bautizada como Breguet 19TF Super Bidon. Noventa y cinco años después, en la misma ciudad en la que se hizo historia con aquel vuelo que atravesó el océano Atlántico sin escalas, un par de relojes celebran la trayectoria de la marca.
Al interior de la boutique de la marca, en el número 699 de la Quinta Avenida de Nueva York, el CEO de la marca Gregory Kissling presentó un “triple homenaje”. Si bien la hazaña de Costes y Bellonte es motivo de inspiración en esta novedad, también sirve para conmemorar 250 años desde que Abraham-Louis Breguet fundó la empresa y el legado de su tataranieto Louis, quien fue un pionero en el ámbito de la aviación y fabricó aeronaves militares bajo la firma de Société des Ateliers d'Aviation Louis Breguet.
El Type XX sobrevuela la ciudad de Nueva York
Para entender por qué las nuevas referencias son un artículo especial hay que recordar que este modelo es un reloj-herramienta en toda su definición. Sus raíces se encuentran en las Fuerzas Aéreas francesas, pues incluso antes de convertirse en un objeto de deseo del coleccionismo, en los años 50 fue diseñado exclusivamente para acompañar a los pilotos en operaciones militares. Eventualmente, el Type XX trascendió a las Fuerzas y se diseñaron versiones civiles en 1955. Con ello en mente y un modelo de archivo en particular como inspiración, la manufactura creó nuevas iteraciones. “El objetivo fue encontrar el equilibrio perfecto entre legado e innovación, porque no se puede conservar solo el legado, no se pueden hacer réplicas sin introducir innovación”, explica Gregory Kissling sobre el motor del lanzamiento.
“Queríamos inspirarnos en el primer Type XX de oro. Descubrimos gracias a nuestros archivos que el primero nació con una esfera plateada y luego fue reemplazada por una esfera negra”, apunta el CEO de la marca. Así es como una edición con dial gris plateado y uno de color negro cuentan la historia del modelo original, al tiempo que reflejan la visión refrescante que Gregory Kissling ha impregnado a la casa. “No se trata solo de animar nuestras líneas con nuevas esferas y nuevos materiales, sino también de introducir tecnología innovadora en cada una de ellas”. Es por eso que se han dejado atrás las convencionalidades. En lugar de usar latón y oro, como se acostumbra en la creación de diales, Breguet ha recurrido a una base de plata para la versión gris y una de aluminio para la negra. “El negro se hizo con aluminio, porque el aluminio se usa en la industria espacial, pero también en la industria aeronáutica”, explica.
Al tener frente la Referencia 2075BH/99/398 (la negra) es imposible pasar por alto la profundidad del color. Esto es producto de la innovación que se ha introducido más recientemente en la manufactura. Se trata de un nuevo tipo de acabado llamado anodización, este tratamiento en la esfera absorbe el 95% de la luz y, por lo tanto, evita cualquier reflejo. En combinación con la implementación de aluminio, este proceso aporta mayor legibilidad a la lectura de la hora, una característica que seguro los pilotos de los años 50 apreciarían.
Para la caja, Kissling tenía claro que este homenaje debía conservar parecido a aquel modelo de archivo fabricado en oro. Lo cierto es que también debía reflejar que han pasado varias desde entonces, por lo que estas nuevas iteraciones del Type XX se fabricaron en oro Breguet, una aleación exclusiva de la marca que es “completamente diferente del oro amarillo estándar”. La caja es de 38.3 milímetros de diámetro, al igual que el modelo histórico, sin embargo, presenta un grosor menor —13.2 mm—, producto del Calibre más fino. En el fondo se oculta un detalle especial. Los maestros artesanos de la manufactura han realizado un grabado que evoca el avión Breguet 19TF Super Bidon como un recordatorio del vuelo transatlántico de París a Nueva York y el legado de la marca como fabricante de aeronaves. “Queríamos darle un toque artístico a este movimiento para explicar la historia y lograr un equilibrio entre la narrativa, la herencia y las profundas raíces de esta línea”.
Si bien existe tal parecido que es evidente la relación con su predecesor, los nuevos Breguet Type XX Chronographe 2075 poseen un encanto y prestaciones propias. En cuanto a los latidos, se hicieron ajustes en el Calibre 728 introducido por Breguet en 2023. “Es importante aclarar que este no se modificó para la función flyback, sino que se construyó en torno a ella”, explica Kissling sobre el movimiento 728 que por primera vez está disponible en versión manual. “Lo que cambiamos con respecto a la generación anterior es que eliminamos el mecanismo automático para tener cuerda manual. Queríamos ser más fieles al reloj original, pero también queríamos reducir el grosor. Al eliminar el mecanismo automático, pudimos reducirlo a seis milímetros”.
Ambos versiones comparten el mismo tipo de movimiento, la única diferencia es que se ha destinado un contador de 30 minutos para la esfera plateada, mientras que la esfera negra presenta un contador de 15 minutos. Por lo tanto, el Calibre 728 se convierte en 7279 y 7278 para las versiones en negro y plateado respectivamente.
Entre los ajustes en el movimiento, la incorporación del oro Breguet y el nuevo proceso de anodización sobre aluminio, es notorio el impulso que Kissling ha aportado desde su incorporación a finales de 2024. Y es que desde entonces parece haber estado trabajando en las novedades de aniversario presentadas alrededor del globo —el Classique Souscription en París, el Tradition 7035 en Shanghái y ahora el Type XX en Nueva York—. La complejidad radica primero en la innovación de cada elemento y luego en la fusión con otros, pues no solo es una caja de oro Breguet o un nuevo mecanismo, se trata de varios ajustes que deben funcionar en conjunto. “Se necesita probar ese material y luego tratar de encajar esta nueva tecnología en un producto”.
Tampoco es posible dejar de lado lo estético, pues Breguet, una de las marcas relojeras más longevas es conocida por sus sofisticados códigos, por lo que “no se trata solo de estampar y mecanizar, sino también de decorar y producir una aleación”. Todo este proceso lleva tiempo y en el caso del reloj presentado en Nueva York, “Nos llevó unas semanas desarrollar la muestra el color y luego en paralelo industrializamos el proceso de mecanizado, el proceso de estampado, el proceso de acabado y así sucesivamente todo en paralelo, pero gracias a la experiencia y gracias al apoyo del grupo podemos ser muy rápidos”, añade el CEO.
Este lanzamiento, en conjunto con una serie de relojes de edición especial lanzados en ciudades específicas, deja ver que Breguet está atravesando un importante cambio. Con miras al futuro, pero siempre sien olvidar el pasado de la marca, Gregory Kissling nos recuerda por qué Abraham Louis Breguet es el padre de la relojería moderna. “Es la referencia indiscutible en la relojería porque toda esta invención vino de Breguet y esta invención sigue vigente hoy en día”, explica refiriéndose al mecanismo de cuerda manual, el reloj perpetuo, la masa oscilante, la técnica guilloché, el muelle de gong y por supuesto el tourbillon, todos conceptos fundamentales en la industria actual.
No cabe duda que los nuevos Breguet Type XX Chronographe 2075 anuncian un emocionante futuro para la marca, después de todo, son el reflejo de la promesa de Kissling por seguir innovando y fusionando el legado de la casa. “Continuaremos presentando los diferentes modelos, paso a paso, destino por destino”, asegura.
