San Luis Potosí, SLP.- A pesar de que el Ayuntamiento capitalino promueve el nuevo paso a desnivel en El Saucito como uno de los proyectos estrella del año, las dudas sobre su verdadera aportación a la movilidad urbana comienzan a hacerse más visibles, especialmente entre especialistas, usuarios del transporte público y autoridades estatales.
La Secretaría de Comunicaciones y Transportes del Gobierno del Estado (SCT), a través de su titular Araceli Martínez Acosta, advirtió sobre las complicaciones que este proyecto podría traer al sistema de transporte masivo MetroRed. Hasta ahora, el Ayuntamiento no ha notificado oficialmente el inicio de la obra, pero la posibilidad de intervenir un tramo clave de la Carretera a Zacatecas —por donde circulan unidades de hasta 12 metros— implica un rediseño urgente de rutas, para el cual no existen avenidas alternas adecuadas en la zona.
“Estamos hablando de una zona con vialidades limitadas. No hay otra avenida en el área con las dimensiones necesarias para que transiten vehículos como los de la MetroRed. Cambiar la ruta no es tan sencillo como parece”, señaló Martínez Acosta.
La preocupación no es menor. Modificar la ruta implicaría afectar no solo a MetroRed, sino a múltiples líneas de transporte que diariamente cruzan por Fray Diego de la Magdalena, una vialidad fundamental que conecta con el norte de la ciudad. El riesgo es claro, el proyecto, lejos de agilizar el tráfico, podría provocar un caos vial prolongado mientras se redefine cómo transitar por la zona.
El Ayuntamiento, por su parte, ha defendido el proyecto con entusiasmo. El alcalde Enrique Galindo Ceballos ha destacado que el paso a desnivel será acompañado por una ciclovía, mejoras al entorno del templo de El Saucito, y que se respetará la tradicional ruta procesional. Además, se ha señalado que el rediseño contempla una “imagen urbana integral”, lo cual ha elevado la inversión estimada a más de 500 millones de pesos.
Sin embargo, las críticas apuntan a que este tipo de obras privilegian al automóvil privado sobre una planeación integral de movilidad sustentable. “El enfoque sigue siendo el mismo, infraestructura para coches, no para las personas. La movilidad no se resuelve enterrando el tráfico, sino mejorando el transporte público y priorizando al peatón y al ciclista”, opinó un urbanista local que pidió anonimato.
El paso a desnivel podría beneficiar a un sector del tráfico vehicular, pero a un costo urbano y social considerable. La zona de El Saucito no solo tiene una alta densidad poblacional, sino también un fuerte arraigo histórico y cultural. Modificar su traza urbana sin una evaluación pública amplia y transparente genera resistencias legítimas.
Aunque el gobierno municipal asegura contar con respaldo ciudadano y mantener mesas de trabajo con vecinos, diversos colectivos han señalado que las consultas no han sido ni inclusivas ni vinculantes.
En un momento donde las ciudades modernas apuestan por la movilidad sostenible, la inversión en pasos a desnivel representa un modelo urbano cuestionado. En lugar de aliviar el tráfico, suelen trasladar el problema a otras zonas, mientras se deteriora la calidad del transporte público y se segmenta la ciudad.
El caso de El Saucito plantea una disyuntiva clara, ¿se está apostando por una solución técnica eficaz, o simplemente por una obra visible que alimenta la narrativa de progreso a corto plazo?
El verdadero reto para San Luis Potosí no es construir más concreto, sino repensar cómo se mueve su gente.