El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) atraviesa por una crisis en San Luis Potosí, en todos sentidos, tanto operativo, como de personal, suministros, medicamentos, y atención a los derechohabientes, situaciones que han puesto a la institución en el ojo del huracán, y aumentando la desconfianza de los derechohabientes. Todo esto se agrava con un reciente caso de negligencia médica que deja de manifiesto la falta de sensibilidad de las autoridades que están al frente de la institución.
IMSS incumple amparo y expone a adulta mayor a perder su pierna
El IMSS volvió a demostrar su insensibilidad institucional al incumplir un amparo federal que ordena atención médica inmediata a María del Carmen Carrión, una derechohabiente de la tercera edad que recientemente perdió una pierna y hoy lucha por conservar la única extremidad que le queda.
El pasado 16 de junio, personal del Hospital General de Zona No. 50 citó a la paciente a las 7 de la mañana del 19 de junio para valoración con un angiólogo, e incluso gestionaron una ambulancia del propio IMSS para su traslado. Sin embargo, y de manera inaceptable, el médico especialista nunca se presentó, lo cual demuestra que la Dirección de la Clínica 50 no procuró la asistencia del angiólogo y dar cumplimiento con la orden de autoridad judicial.
¿Qué dice el amparo?
El amparo concedido señala expresamente: “En estas condiciones, si la parte quejosa está imposibilitada, dadas sus condiciones económicas y de salud, no es viable exigir mayores trámites a fin de que le sean proporcionados los tratamientos, especialistas y medicamentos que requiere para la atención de su padecimiento, pues ello implicaría poner en riesgo su salud”.
La derechohabiente requiere con urgencia una angioplastia para salvar su única pierna, luego de haber sido amputada hace apenas dos meses.
IMSS expone a adulto mayor a viajar hasta Ciudad Valles
No conformes con este negligente actuar, el IMSS vuelve a quedar en evidencia por su ineficiencia médica, y política profundamente inhumana. En esta ocasión, el Hospital General del IMSS de Cuauhtémoc, notificó a los familiares de la derechohabiente María del Carmen, que deberá trasladarse hasta Ciudad Valles, a más de 250 kilómetros de distancia, para recibir una valoración por parte de un angiólogo.
Lo anterior ocurre a pesar de que la paciente cuenta con un amparo federal que ordena al IMSS brindarle atención médica inmediata, integral y sin dilación. Sin embargo, el argumento de los funcionarios del IMSS en la capital potosina es que “Ciudad Valles es el único lugar donde hay angiólogo disponible”.
“Cualquier persona con sentido común sabe que el clima tropical y húmedo de una región como Ciudad Valles, afecta negativamente a una persona gravemente enferma de circulación periférica, favorece infecciones en úlceras abiertas y pone en grave riesgo la salud respiratoria de adultos mayores. La exposición prolongada a estas condiciones durante el traslado puede derivar en descompensaciones cardiovasculares, infecciones severas o incluso septicemia, lo que podría poner a la persona en peligro de vida”, dijo David Martínez, sobrino de la derechohabiente, quien agregó que esto no es solo una omisión médica, es una negligencia letal.
Crueldad médica
Familiares de la derechohabiente calificaron esta situación como un acto de crueldad médica e institucional y advierten que en caso de que su familiar pierda su única pierna tomarán sin descanso acciones legales contra la institución y directivos. Denunciaron que esta omisión no solo atenta contra la salud y dignidad de María del Carmen, sino que también constituye el inicio de un posible desacato a una orden de un juez de amparo, lo cual podría generar responsabilidad penal y administrativa para los funcionarios involucrados.
Exigieron la subrogación médica inmediata, tal como lo establece la Ley del Seguro Social cuando el instituto no puede garantizar atención oportuna y de calidad, y más cuando está en riesgo la integridad física de la persona.
Con medicamentos caducos
Los derechohabientes del IMSS se enfrentan cada día a la cruda realidad de no encontrar los medicamentos que necesitan para sobrevivir, mientras toneladas de fármacos se pudren en las bodegas; medicinas que podrían haber salvado vidas, aliviar sufrimientos y estabilizar enfermedades fueron olvidadas hasta caducar; y el IMSS tiene que pagar millones de pesos para deshacerse de ellas, señaló Guadalupe González Covarrubias, vocero de Ciudadanos Observando.
Con documentos en mano se confirma que el pasado 24 de abril se otorgó, por adjudicación directa, un contrato por 2 millones 145 mil 726 pesos a la empresa Medam S de RL de CV para encargarse de recolectar, trasladar y disponer de esos medicamentos caducos y sustancias peligrosas que, irónicamente, jamás cumplieron su propósito en los hospitales ni en las Unidades de Medicina Familiar del IMSS.
¿Quiénes son los responsables?
Ciudadanos Observando destaca que hay responsables. Edson Hernández Román, ingeniero encargado de los asuntos administrativos, y conocido amigo de Luis Alberto Martínez Villuendas, prófugo de la justicia por un presunto desfalco millonario en el IMSS.
Fátima Guadalupe Guevara López, encargada de suministros, quien tranquilamente se fue de vacaciones al Medio Oriente mientras faltan antibióticos y analgésicos. Y Marisol Mier, jefa del Abasto de la Delegación, sobre quien pesan ya señalamientos graves por actos de corrupción.
A todos esos funcionarios se suma la omisión de la delegada en San Luis Potosí, Angélica Cristina Rodríguez Nester, junto con su equipo de confianza: Marisol Mier Castillo, Cristina Lizzeth Cuéllar Ángeles y Rosalío Martínez Noyola. Todos, sin excepción, responsables de un sistema enfermo, podrido y ahora, además, inútil.
Alguien tiene que pagar
González Covarrubias apuntó que "Alguien tiene que pagar por esto, porque aquí, mientras las medicinas se vencen, también se vence la paciencia de los enfermos. Y lo que se pierde ya no se recupera: vidas, salud, confianza".