El Consulado General de EE. UU. en Hong Kong condenó este martes lo que describió como una "inaceptable represión" por parte de las autoridades locales contra las celebraciones del Día de la Independencia estadounidense, tras “advertencias” a centros educativos para impedir actividades relacionadas con la festividad.
El pronunciamiento de Washington se produce después de que las autoridades hongkonesas enviaran recientemente "avisos cordiales" a los colegios, instándolos a vigilar cualquier iniciativa vinculada al 4 de julio, particularmente aquellas promovidas por el consulado estadounidense.
Según un portavoz del Consulado General de EE.UU. en Hong Kong y Macao, estas acciones reflejan "una profunda inseguridad y un rechazo a la libertad".
El vocero destacó que estas actividades son una práctica habitual de sus representaciones diplomáticas en todo el mundo. Este año, el consulado planea realizar una recepción privada en Hong Kong para conmemorar la fundación de EE.UU. y "fortalecer los lazos históricos entre los pueblos de Hong Kong y Estados Unidos".
La controversia se desató tras un mensaje publicado el pasado 18 de junio en la página de la red social Facebook “Edu Lancet”, administrada por el exfuncionario Hans Yeung, que reveló que las escuelas recibieron este tipo de “recordatorios amistosos” del Buró de Educación.
Estos avisos advertían que la participación de estudiantes en eventos relacionados con el 4 de julio podría violar la Ley de Seguridad Nacional, impuesta por Pekín en 2020 tras las multitudinarias protestas prodemocráticas, a veces violentas, del año anterior.
El Buró de Educación, consultado por el diario South China Morning Post, no confirmó ni desmintió dichas advertencias, pero señaló que se han emitido directrices a los centros educativos para implementar medidas que garanticen la seguridad nacional.
Un director escolar, citado por el rotativo, confirmó haber recibido advertencias verbales sobre las posibles consecuencias legales de participar en dichos eventos.
Esta medida se enmarca en una campaña más amplia de las autoridades para erradicar la “resistencia blanda” en el ámbito educativo, según declaraciones de la secretaria de Educación, Christine Choi.
Choi describió las escuelas como la “primera trinchera” contra “fuerzas hostiles” que podrían infiltrarse a través de actividades extracurriculares, como ferias de libros o eventos culturales con contenidos considerados “inapropiados”.
La Ley de Seguridad Nacional, que castiga actos de subversión, secesión, colusión con fuerzas extranjeras y terrorismo con penas de hasta cadena perpetua, ha generado críticas de organismos como la ONU y organizaciones de derechos humanos, que argumentan que restringe las libertades de expresión y asociación.
Por su parte, las autoridades locales defienden que la normativa ha restablecido la estabilidad tras años de disturbios.
Desde el curso 2023-2024, los nuevos docentes de escuelas públicas y subvencionadas deben aprobar un examen sobre la Ley Básica y la Ley de Seguridad Nacional, como parte de las medidas para fomentar la educación patriótica.
Este episodio pone de manifiesto el creciente control del gobierno hongkonés sobre el sector educativo, alineando actividades y contenidos con los principios dictados por Pekín.
