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La Voz de... México, un destino seguro ante la inestabilidad de la geopolítica

Plano Informativo | 23/06/2025 | 03:09

Petróleo, el indicador más sensible

Las posibles implicaciones económicas y financieras a consecuencia del conflicto Irán-Israel suscitado recientemente, pueden ser diversas. Una de ellas, quizá las más evidente, sería la volatilidad e incremento en los precios del petróleo.

 

Históricamente, episodios de conflicto en Medio Oriente, como la Guerra del Golfo, en agosto de 1990, o las sanciones a Irán aplicadas desde 1979, han demostrado la sensibilidad del mercado petrolero a la estabilidad regional.

 

Arabia Saudita, miembro destacado de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), junto con otros productores del Golfo Pérsico, muy probablemente estarían enfocados a estabilizar el mercado a través del incremento de la oferta, debido a que una interrupción significativa del suministro de petróleo podría superar cualquier intento por compensar el desequilibrio.

 

Así también, una eventual interrupción del transporte en el Estrecho de Ormuz, por donde transita aproximadamente una quinta parte del consumo mundial de petróleo y un porcentaje significativo del gas natural licuado, podría proyectar los precios del crudo, por encima de los 100 o los 120 dólares por barril, como han sugerido Bloomberg Markets.

 

Podría generar una inflación generalizada

Tal situación no solo afectaría a los países importadores de petróleo, sino que también propiciaría una inflación generalizada que reduciría el poder adquisitivo de los consumidores y la rentabilidad de las empresas; así también, se tendría impactos en el comercio global, aumentando sustancialmente los costos de flete y seguros, con efectos en la manufactura global y en la disponibilidad de productos.

 

Para los países productores fuera de la región, como puede ser México, un aumento sostenido de los precios del petróleo podría representar un beneficio fiscal temporal, incrementando los ingresos por exportaciones.

 

Sin embargo, la volatilidad inherente, y el riesgo de una recesión global a causa del elevado precio del petróleo, contrarrestaría este efecto, dada la dependencia del país a las importaciones de este energético.

 

México, cada vez más relevante

No obstante, en este escenario de incertidumbre geoeconómica global, México puede jugar un papel cada vez más relevante como un mercado seguro o destino de inversión estable. Su posición geográfica estratégica, con proximidad al mercado de Estados Unidos, la vigencia del T-MEC, y por consiguiente, su emergente rol en el "nearshoring" son factores clave en este contexto.

 

Aunado a ello, su relativa distancia geográfica de los principales focos de conflicto geopolítico, lo posicionan como un atractivo candidato para la recepción de inversión, y de la reconfiguración de las cadenas de valor globales, al ofertar una alternativa más predecible en un entorno cada vez más volátil.