San Luis Potosí, SLP.- La fiscal general del estado, Manuela García Cázares, abordó recientemente una problemática persistente y preocupante, la desaparición y el maltrato físico hacia niñas, niños y adolescentes, cuyo origen en muchos casos se encuentra en el entorno familiar.
De acuerdo con la fiscal, gran parte de estos casos tienen como punto de partida conflictos dentro del hogar, lo cual representa un desafío constante para las autoridades encargadas de procurar justicia. A pesar de que las desapariciones puedan tener una raíz doméstica, García Cázares aseguró que la Fiscalía Especializada en Derechos Humanos interviene de inmediato para iniciar investigaciones formales, sin que el contexto familiar sirva como justificación o freno.
La funcionaria hizo un llamado firme a padres, madres y tutores a no minimizar el impacto que sus disputas pueden tener en la estabilidad y seguridad de sus hijos. Subrayó la necesidad de asumir con responsabilidad el papel de cuidadores, especialmente cuando los desacuerdos de pareja escalan y ponen en riesgo el bienestar infantil: “Es un fenómeno que no ha aumentado en número, pero sí permanece, especialmente por lo complejo de las tensiones entre familiares”, comentó.
Desde su experiencia previa en el ámbito judicial, García Cázares señaló que los conflictos familiares son de los más difíciles de resolver, dada su carga emocional y la forma en que afectan a menores de edad. Además, alertó sobre una práctica que sigue ocurriendo, la retención u ocultamiento de menores por parte de uno de los progenitores, sin tener la custodia legal correspondiente. Esta conducta, aclaró, es tipificada como delito y será sancionada conforme a la ley.
En definitiva, la fiscal reiteró la urgencia de atender los conflictos familiares desde la raíz y con una visión centrada en la protección de la infancia, para evitar que estas situaciones escalen a extremos irreparables.