San Luis Potosí, SLP.- A pesar de la tregua que ha traído la temporada de lluvias al campo potosino, en las zonas urbanas de San Luis Potosí se mantiene encendida una amenaza silenciosa: los incendios provocados en lotes baldíos. Esta problemática, lejos de ser fortuita, parece alimentarse de disputas vecinales, abandono urbano y ausencia de vigilancia en zonas críticas.
El comandante del Cuerpo de Bomberos Metropolitanos, Adolfo Benavente Duque, advierte que la intencionalidad en incendios urbanos ha ido en aumento, especialmente en predios donde el fuego es utilizado como un instrumento de venganza personal: “Hay sitios donde la gente prende fuego con la intención de causarle un problema al vecino. Lo hacen sabiendo perfectamente quiénes son los dueños”, señaló el jefe de bomberos.
Los incendios en lotes baldíos se han concentrado en zonas habitacionales densamente pobladas, así como en áreas industriales con predios desatendidos. Las colonias y sectores que mayor riesgo presentan actualmente son: Zona Industrial, Villa de Pozos, Soledad de Graciano Sánchez, Mexquitic de Carmona, Villa de Zaragoza, Villa de Reyes y El Saucito, al norte de la capital.
En estos lugares, la combinación de maleza seca, basura acumulada y disputas personales ha creado un entorno altamente inflamable.
Durante los primeros seis meses de 2025, se han registrado cerca de 400 incendios en la zona metropolitana de San Luis Potosí, de los cuales entre 200 y 260 se originaron en terrenos baldíos o áreas de pastizal. Lo más alarmante, se estima que entre el 40 y el 65 por ciento fueron provocados deliberadamente o por negligencia, como la quema de basura sin supervisión.
Tan solo en las últimas semanas, se han atendido 35 siniestros, todos en coordinación con Protección Civil de los municipios y del estado.
Pese a que las lluvias han reducido en un 80 por ciento los incendios rurales, el cuerpo de bomberos no baja la guardia. En palabras de Benavente Duque, esta temporada es aprovechada para realizar mantenimiento a los equipos, reforzar la capacitación del personal y fortalecer vínculos con autoridades locales.
Además, el fenómeno de los incendios no se limita a causas naturales, personas en situación de calle o adicciones también figuran entre los presuntos iniciadores de fuegos menores que escalan rápidamente, sobre todo en zonas sin control ni iluminación.
El comandante y las autoridades ambientales insisten en que los dueños de terrenos baldíos tienen una responsabilidad directa en la prevención de estos incendios. Para ello, recomiendan:
1. Limpiar y cercar predios para evitar acumulación de basura y maleza.
2. Evitar quemas caseras o fogatas no controladas.
3. Reportar actividades sospechosas al 911 o a Protección Civil.
4. Sumarse a programas municipales de limpieza, como los que coordina la Dirección de Gestión Ecológica, que recibe hasta cuatro denuncias diarias por terrenos en riesgo.
Los incendios provocados no solo amenazan bienes materiales, sino que revelan tensiones vecinales, abandono institucional y falta de cultura de prevención. Lo que comienza como una disputa o descuido, puede terminar en un incendio que ponga en peligro a familias enteras.
Urge una estrategia integral que combine vigilancia, educación comunitaria, atención a personas vulnerables y participación ciudadana. Solo así se podrá apagar la raíz del problema.