Europa tiene ciudades icónicas como París o Roma… pero si buscas un destino igual de impresionante, menos saturado de turistas y más económico, Budapest es una maravilla que no te puedes perder.
Conocida como la “Perla del Danubio”, esta capital ofrece una mezcla perfecta de arquitectura imperial, termas históricas, puentes colgantes, gastronomía contundente y una de las vidas nocturnas más vibrantes del continente.
¿Por qué visitar Budapest?
Pocas ciudades tienen el equilibrio de historia y juventud como Budapest. En una sola caminata puedes pasar de palacios del siglo XIX a ruinas convertidas en bares modernos.
Lo imperdible:
El Castillo de Buda y el Bastión de los Pescadores (vistas épicas del Danubio).
El Puente de las Cadenas, símbolo de la ciudad.
Baños termales Széchenyi o Gellért: albercas con aguas calientes naturales desde tiempos romanos.
El Parlamento Húngaro, uno de los más bonitos del mundo.
Un crucero nocturno por el río Danubio con la ciudad iluminada (desde $10 USD).
Además, Budapest es perfecta para caminar: segura, limpia y con un sistema de transporte moderno.
Comida típica imperdible:
La comida húngara es sabrosa, caliente y perfecta para el clima templado o frío:
Goulash: sopa espesa de carne con paprika.
Lángos: pan frito con crema agria, queso y ajo (una bomba deliciosa).
Pörkölt: estofado de carne con paprika, acompañado de pasta casera.
Dobos Torte: pastel típico con capas de chocolate y caramelo.
Un platillo completo en restaurante ronda los $6 a $10 USD, y en puestos callejeros puedes comer bien desde $3 USD.
¿Cuánto cuesta viajar a Budapest?
Budapest es una de las capitales más económicas de Europa. Aquí te dejo un estimado para 5 días:
Plano-Tip: Muchas atracciones están incluidas si compras la Budapest Card, que también da acceso al transporte público.
¿Qué llevar?
Ropa abrigadora si vas en otoño/invierno.
Traje de baño para los baños termales.
Zapatos cómodos para caminar todo el día.
Adaptador de corriente tipo C/F.
Cámara o buen celular: el nivel de “instagrameabilidad” es brutal.
¿Cuándo ir?
Septiembre–noviembre: clima fresco y menos turistas.
Diciembre: con mercaditos navideños y luces por toda la ciudad.
Abril–junio: días largos y buen clima para caminar.
Evita julio/agosto si no te gustan las multitudes o el calor.
¿Por qué Budapest y no otra?
Porque es tan bella como Viena, pero más barata. Tan histórica como Praga, pero más auténtica. Tiene termales como Islandia, castillos como Francia y fiestas como Berlín… pero con identidad propia y sin arruinarte el bolsillo.
Ideal para viajeros primerizos en Europa, parejas, mochileros, estudiantes y cualquiera que quiera sentir que descubre algo nuevo y distinto.