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Mujeres indígenas exigen nombramiento legítimo y respeto a sus derechos ancestrales

Ericka Segura | Plano Informativo | 18/06/2025 | 16:05

San Luis Potosí, SLP.- En una firme muestra de unidad y dignidad, el colectivo Voces y Raíces de Mujeres Indígenas de San Luis Potosí alzó la voz este miércoles frente a lo que consideran una violación sistemática de sus derechos como pueblos originarios. Las integrantes, provenientes de comunidades mazahua, otomí, mixteca baja, náhuatl, tenek, xiui, triqui y wirrárika, exigieron que la próxima titular de la Unidad de Atención a Pueblos y Comunidades Indígenas sea una persona que realmente represente su identidad y valores.
 
La demanda central del colectivo es clara, que la persona designada para encabezar dicha unidad cumpla con lo que marca la ley—es decir, que sea originaria de una comunidad indígena, hable una lengua originaria y entienda a profundidad los usos y costumbres de los pueblos que pretende representar.
 
Las mujeres denunciaron que la anterior titular, Palmira Flores, fue impuesta sin cumplir con estos requisitos fundamentales. Además, la acusan de obstaculizar procesos de consulta indígena y de minimizar la voz colectiva de las comunidades, en especial aquellas lideradas por mujeres. 
 
"Nosotras sabemos cuándo se nos está negando el derecho a decidir y a participar. La ley exige que quien ocupe ese cargo entienda nuestra cultura desde dentro, no desde el escritorio", afirmó una de las representantes del colectivo.
 
Entre las acusaciones más graves, señalaron que Flores había lanzado amenazas y promovido discursos de odio hacia integrantes de comunidades originarias, lo que ha generado un ambiente de hostilidad. Ante esto, solicitaron la intervención de instancias como la Comisión Estatal de Derechos Humanos, así como de autoridades a nivel estatal, federal y municipal.
 
Además del cumplimiento legal en el nombramiento, las manifestantes también subrayan una exigencia más profunda, el respeto a su autonomía, la participación real en decisiones públicas que les afectan y la protección de su cultura como parte esencial del tejido social del estado.
 
“Nuestra lucha no es nueva. Cada día construimos, desde lo colectivo, un futuro más justo para nuestras hijas e hijos. No pedimos privilegios; exigimos respeto y justicia”, expresó otra integrante del colectivo.
 
El llamado de Voces y Raíces resuena como una alerta para las instituciones, los pueblos indígenas no están dispuestos a seguir siendo ignorados en procesos que afectan directamente su presente y futuro. Su reclamo no solo busca la remoción de figuras cuestionadas, sino también una transformación profunda en la forma en que el Estado se relaciona con las comunidades originarias.