Los sindicatos, que últimamente se han sentido en conflicto respecto a cómo lidiar con Trump, encontraron un tema el fin de semana pasado para confrontarlo: la inmigración.
Esto ocurrió después de que el líder del sindicato más grande del Estado fue arrestado en Los Ángeles por presuntamente obstruir a agentes federales que realizaban una redada de inmigración. El sindicato afirma que se encontraba "observando pacíficamente". David Huerta, presidente del Sindicato Internacional de Empleados de Servicios de California (SEIU), compareció ante el tribunal el lunes por la tarde. Fue liberado bajo una fianza de 50 mil dólares.
A sólo 800 metros de distancia, su sindicato, que representa a una franja de la clase trabajadora de California, incluyendo enfermeras, personal de limpieza y guardias de seguridad, organizó una gran protesta en el Grand Park del centro. Otros sindicatos se solidarizaron con el SEIU y con los inmigrantes atrapados en las redadas federales.
Este choque podría marcar un punto de inflexión en la forma en que los sindicatos tratan con Trump. En los últimos años, muchos miembros de las bases sindicales se mostraron receptivos a la iniciativa de Trump de acercarse a los electores de la clase trabajadora. Los líderes sindicales, que tradicionalmente apoyan a los demócratas, han dudado sobre la firmeza con la cual oponerse a él, si es que hacerlo. Su decisión de desafiarlo en este caso refleja en gran medida la creciente presencia de inmigrantes en las filas sindicales.
Al lunes, las secciones regionales de los Teamsters y el sindicato United Auto Workers, aunque no sus líderes nacionales, y la AFL-CIO nacional habían expresado su solidaridad con el SEIU. Miembros de otros sindicatos locales, incluyendo uno que representa a trabajadores de hoteles y aeropuertos, acudieron a la protesta. Muchos dijeron que consideraban que el trabajo y la inmigración eran una sola lucha.
"La lucha está muy entrelazada", dijo Maddisen Arguijo, de 34 años, una azafata que es miembro de un sindicato diferente para asistentes de vuelo y quien estuvo en el parque el lunes.
Los inmigrantes en Los Ángeles "realizan trabajos esenciales que necesitamos, de los que no podemos prescindir", dijo. "Fingir que eso no es la verdad, desmoralizarlos y actuar como si fueran criminales y todas esas locuras que se dicen en los medios, es una falacia".
En la manifestación del lunes, muchos vestían camisetas moradas del SEIU. Se escuchaba música latina de fondo. Los manifestantes coreaban: "¿De quién son las calles? ¡Son nuestras calles!". Un líder del SEIU gritó: "Todos somos Huerta".
Miembros de otro gran sindicato local, Unite Here, que representa a trabajadores de hoteles y aeropuertos, llegaron tocando tambores y coreando por justicia.
Los inmigrantes representaban un tercio de la fuerza laboral de California en el 2023, de acuerdo con datos del censo, en comparación con el 18% en todo Estados Unidos. (Los datos no distinguen por estatus legal).
Algunos de los mayores logros sindicales en materia de organización se han dado recientemente en el sector servicios, donde los inmigrantes indocumentados suelen representar una proporción considerable.
"Ya sea que seas documentado o no, puedes afiliarte a un sindicato, y nos comprometemos a proteger a quienes representamos", declaró Steve Smith, portavoz de la AFL-CIO.
Alfred Muñoz, repartidor de Amazon, se unió a la manifestación del lunes porque Huerta y el SEIU han apoyado el esfuerzo de los Teamsters por organizar su lugar de trabajo. Huerta envió a miembros del SEIU a unirse a un piquete durante una huelga de varios días en Amazon en diciembre, dijo Muñoz, de 43 años.
"Si ellos pueden apoyarnos, ¿por qué no podemos nosotros apoyarlos?", preguntó Muñoz. Añadió que tiene familiares inmigrantes preocupados por las políticas de Trump. "Nunca se sabe cuándo va a venir ICE, y eso es un sentimiento de lo peor".
Una de las razones por las que las redadas de ICE han provocado tantas protestas es que Los Ángeles alberga precisamente el tipo de inmigrantes indocumentados que los estadounidenses, de acuerdo con las encuestas, no creen que deban ser objeto de persecución: residentes de muchos años que pagan impuestos y nunca han cometido un delito.
La mayoría de los inmigrantes no autorizados de California llegaron durante las décadas de 1980, 1990 y principios de la década del 2000, cuando la economía mexicana estaba en crisis y sangrientas guerras civiles asolaban partes de Centroamérica.
En el área metropolitana de Los Ángeles, el 72% de los inmigrantes hispanos con educación de nivel preparatoria o menos -grupo que incluye a muchos inmigrantes indocumentados- llevan más de 20 años en el país, en comparación con el 54% a nivel nacional y el 43% en Florida, arrojan datos del censo del 2023 recopilados por IPUMS de la Universidad de Minnesota.
Durante gran parte del siglo 20, los líderes sindicales veían a los inmigrantes como una amenaza para el sustento de sus miembros. Pero a medida que el declive en la industria manufacturera reducía su base tradicional, los organizadores sindicales buscaron nuevos miembros en otros sectores. Los Ángeles fue uno de los primeros lugares donde se consolidó este cambio, comenzando con una campaña del SEIU para organizar a los trabajadores de limpieza en la década de 1980.
Esta lucha llega en un momento delicado para la relación entre los sindicatos y Trump, quien ha contribuido a reconstruir la imagen de los republicanos como el partido de la clase trabajadora.
La nominación de la Secretaria del Trabajo, Lori Chavez-DeRemer, contó con el firme apoyo de los Teamsters, un sindicato del que su padre es miembro desde hace mucho tiempo. El presidente del UAW, Shawn Fain, realizó una vigorosa campaña contra la elección de Trump en el 2024, y posteriormente aplaudió sus aranceles a los vehículos importados a principios de este año, prometiendo "colaborar con cualquier político, independientemente de su partido". Por otro lado, los sindicatos del sector público han demandado a la Administración por sus recortes a la burocracia federal.
Queda por ver si las bases respaldan a Trump o a sus líderes en materia de inmigración, y podría depender en gran medida de su demografía y la región del país. Muchos de los trabajadores de clase obrera de los que los sindicatos tradicionalmente extraían su fuerza también aplaudieron la promesa de Trump de endurecer la seguridad fronteriza e incrementar las deportaciones.