Donald Trump amenazó el jueves con cancelar los contratos del gobierno de Estados Unidos con las empresas de Elon Musk, mientras la relación entre el presidente y el magnate tecnológico estallaba en una rencorosa y pública pelea. Como respuesta, Musk contraatacó anunciando el desmantelamiento inmediato de la nave Dragon, clave para las misiones espaciales tripuladas de la NASA.
El expresidente, desde su red social Truth Social, escribió
La forma más fácil de ahorrar dinero en nuestro presupuesto, miles de millones y miles de millones de dólares, es poner fin a los subsidios y contratos gubernamentales de Elon. Siempre me sorprendió que Biden no lo hiciera”.
La reacción de Musk no se hizo esperar. A través de su cuenta en X, el empresario respondió:
A la luz de la declaración del presidente sobre la cancelación de mis contratos gubernamentales, @SpaceX comenzará a desmantelar inmediatamente su nave Dragon”.
Dragon es actualmente la única nave espacial estadunidense capaz de transportar astronautas hacia la Estación Espacial Internacional (EEI), y su posible retiro representaría un golpe directo a los planes espaciales del gobierno. SpaceX también es responsable de lanzar satélites con los cohetes Falcon 9 y de operar la red global Starlink, usada incluso en zonas de conflicto y operaciones militares.
Una disputa que escala rápido
Las tensiones entre ambos crecieron rápidamente el jueves, después de que Trump expresara su decepción con quien hasta hace unos días era su aliado más visible en Silicon Valley.
A ver, Elon y yo teníamos una gran relación. No sé si la seguiremos teniendo", declaró Trump a reporteros en el Despacho Oval. "Estoy muy decepcionado con Elon. Lo ayudé mucho".
El motivo de la discordia fue la abierta oposición de Musk a la nueva ley de recorte fiscal y gasto público, pieza central de la agenda republicana. Musk la calificó de “abominación repugnante” y advirtió que aumentará peligrosamente el déficit federal. Trump, por su parte, lo acusó de actuar por interés personal ante la eliminación de créditos fiscales a vehículos eléctricos.
Minutos después del cierre de Wall Street, Musk respondió “sí” a un post que preguntaba si Trump debía enfrentar juicio político. Aunque es poco probable que eso ocurra, dado que los republicanos dominan ambas cámaras, el gesto encendió aún más la confrontación.
Caída bursátil y efectos políticos
La disputa tuvo impacto inmediato: las acciones de Tesla cayeron un 14.3%, perdiendo cerca de 150 mil millones de dólares en valor de mercado. Trump Media & Technology Group también registró retrocesos tras los intercambios con Musk.
Horas más tarde, Musk publicó en X:
“Sin mi ayuda, Trump habría perdido la elección”.
Y agregó que estaría dispuesto a aceptar los recortes a los créditos de autos eléctricos, “siempre y cuando los republicanos eliminen la montaña de grasa repugnante” en el gasto superfluo del proyecto de ley.
Musk, quien encabezó el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) durante el arranque de la actual administración, prometía recortar 2 billones de dólares, aunque en la práctica redujo menos del 1% del gasto total. Durante su paso por el gobierno eliminó miles de empleos federales y recortó ayuda exterior, lo que generó protestas dentro y fuera del país, incluso en sucursales de Tesla.
El magnate también fue uno de los principales donantes del Partido Republicano en las elecciones de 2024, y mantuvo una relación cercana con la Casa Blanca, donde hizo múltiples apariciones, incluso acompañado por su hijo pequeño.
¿Fin de la alianza?
Una ruptura definitiva entre Trump y Musk no solo sería un golpe simbólico, sino también estratégico. El empresario cuenta con más de 220 millones de seguidores en X y ha sido un puente clave entre los republicanos, los donantes de Silicon Valley y el voto joven.
Una enemistad prolongada podría debilitar al bloque conservador de cara a las elecciones legislativas de 2026.
Poco después de los exabruptos de Trump, Musk publicó una encuesta preguntando a sus seguidores:
¿Es hora de crear un nuevo partido político en Estados Unidos que realmente represente al 80% del centro?”
Aunque aún no hay respuesta formal, la posibilidad de que Musk impulse un nuevo movimiento político podría reconfigurar por completo el escenario electoral estadunidense.
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¿Cómo afectará esta ruptura al futuro de los contratos tecnológicos del gobierno estadunidense?
