San Luis Potosí, SLP.- Con indignación y desesperanza, Daniela Ramos, madre de un menor de edad, denunció públicamente al Instituto Hispano-Inglés por negligencia y omisión ante un caso prolongado de acoso escolar y agresiones físicas que su hijo sufrió desde septiembre de 2024 hasta febrero de 2025. A pesar de haber desembolsado aproximadamente $95,000 pesos en inscripciones, colegiaturas, libros y uniformes, la institución educativa —considerada de prestigio en San Luis Potosí— no sólo no protegió al menor, sino que además negó los hechos ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH).
“Pagamos $95,000 para que nuestro hijo fuera agredido, para que fuera lastimado, para que fuera dañado de por vida. Nosotros pensamos que por ser un colegio de prestigio iba a haber una buena educación”, expresa Daniela Ramos, visiblemente afectada.
El caso, que ha conmocionado a la comunidad educativa local, comenzó en septiembre de 2024, cuando el menor empezó a ser víctima de burlas, humillaciones, insultos y agresiones físicas dentro del aula. A pesar de múltiples reportes realizados por la madre a las autoridades del colegio, no fue sino hasta febrero de 2025, cuando el niño fue atacado con unas tijeras, que la situación tomó mayor gravedad.
Lejos de asumir responsabilidad, el Instituto Hispano-Inglés mintió ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos, afirmando que sólo hubo un reporte por parte de los padres y que se actuó de inmediato. Sin embargo, Daniela sostiene que hubo constantes notificaciones desde el primer mes del ciclo escolar, y que las autoridades del plantel ignoraron deliberadamente las advertencias.
La situación escaló en febrero, cuando más de 30 padres de familia de todos los niveles educativos del Instituto denunciaron distintos casos de acoso escolar. Pese a ello, la supervisora escolar de la zona 165, Luz María Montejano Villaseñor, minimizó los señalamientos y, la denunciante afirma que, revictimizó al menor, atribuyendo el acoso a una supuesta afectación emocional derivada del divorcio de sus padres.
“El 70% de las agresiones ocurrieron dentro del aula y frente a la maestra Yolanda. A mi hijo lo cacheteaban, le tiraban el lonche a la basura, lo insultaban, lo excluían con una canción donde decían que todos eran amigos menos los gordos. Le decían que era gay, panzón, perro, y todo eso con la maestra presente”, denuncia Daniela Ramos.
El acoso constante ha dejado daños psicológicos y físicos en el menor. De acuerdo con la madre, su hijo incluso requirió cirugía por complicaciones intestinales provocadas por el estrés.
“Mi hijo tiene daño psicológico, daño físico. Nadie ha hecho nada. He acudido a la Fiscalía de Derechos Humanos, a la Comisión Estatal de Derechos Humanos, a la SEGE, a la SEP y no me han dado una sola respuesta desde febrero”.
El niño agresor fue dado de baja del Instituto por decisión de sus padres y ahora estudia en un colegio más pequeño. Sin embargo, la madre del menor afectado continúa buscando justicia. A la fecha, no ha recibido ninguna notificación oficial que indique avances en su caso.
Ante la omisión sistemática de las instituciones, Daniela solicita el apoyo de la senadora federal Ruth González Silva, apelando a su sensibilidad como madre, para que la ayude a impulsar una demanda civil contra el Instituto Hispano-Inglés.
“Pido a la senadora Ruth González que me ayude con una defensa legal. La Fiscalía me dijo que no pueden hacer nada porque el niño agresor tiene 8 años. Yo solo quiero que el colegio se haga responsable. Hay casos graves de bullying en esa escuela que no se están atendiendo”, exige con firmeza.
La madre ha hecho pública su denuncia en redes sociales y está determinada a no detenerse hasta que se haga justicia. “No voy a descansar hasta que se haga justicia para mi hijo. No fue un caso aislado, fue una cadena de omisiones y mentiras que permitieron que mi hijo fuera dañado mientras nosotros confiábamos en una escuela que dice formar con valores”, concluyó la madre afectada.
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