Aunque la reducción de la jornada laboral de 48 a 40 horas será paulatina en lo que resta del sexenio, generará un impacto inflacionario en el sector de la construcción, advirtió la consultora Forecastim.
Ricardo Trejo, director general de la firma, comentó que por lo menos en los primeros dos años se observará que el costo de la mano de obra tendrá un incremento, debido a la necesidad de pagar horas extra a los trabajadores o, en su defecto, contratar más personal para cubrir los compromisos de edificación.
El año pasado, el incremento de los salarios de los trabajadores del sector fue de 8.5 por ciento, dijo el experto.
"En lo que va de este año, la inflación promedio de la mano de obra es de 6 por ciento. A partir de esta reforma se verá reflejada otra escalada y será por arriba de la media", puntualizó.
Añadió que este incremento provocará un impacto en los precios de la producción de las obras.
"Si bien ya tenemos inflación en los materiales de la construcción, se tendrá inflación en la mano de obra y eso impactará a toda la industria", apuntó.
Sin embargo, dijo, para conocer el incremento total que registrarán las obras hay que esperar a conocer los ajustes salariales, sobre todo de los especializados, así como la reducción de la jornada laboral y el incremento en la productividad.
En ese sentido, explicó que la productividad en la industria de la construcción se mide con base en lo que genera un trabajador en una hora o un día de trabajo, y depende de varios factores, como la demanda de obras.
Recordó que, por ejemplo, la mayoría de las empresas constructoras laboran de lunes a sábado.
"Si hay incremento en la productividad entonces el impacto inflacionario de la obra no será tan grande, pero si no, entonces se verá el efecto inflacionario.
"No hay que olvidar que el sector no se caracteriza porque haya incrementos en productividad constantemente", advirtió el especialista.
Tan sólo el año pasado, recordó Trejo, la productividad total en el sector disminuyó en promedio 4.8 por ciento con respecto a 2023, debido a factores como el incremento en la mano de obra, en los materiales y una reducción en los niveles de producción ante una menor demanda.
El especialista comentó que si bien el impacto será de manera general, donde más se resentirá es en las ramas que utilicen mano de obra especializada, como ingenieros y técnicos dedicados a la instalación de estructuras eléctricas, saneamiento, hidráulicos, cimentación, entre otros.
Por ello, explicó, las empresas tendrán que otorgar algunos incentivos para retener al talento especializado.
Por último, recordó que los salarios en el sector registraron un alza por los incrementos en los mínimos durante la Administración de Andrés Manuel López Obrador.