Lo que alguna vez fue orgullo para las y los potosinos, hoy se encuentra en el abandono y la indiferencia. Un reciente sondeo realizado por el equipo de PLANO INFORMATIVO a visitantes frecuentes del Centro Histórico de la capital revela una profunda desilusión ciudadana ante el estado actual de las emblemáticas fuentes y del jardín de la Alameda Juan Sarabia, espacios que durante décadas dieron vida, frescura y belleza al corazón de la ciudad.
Descuido Institucional
Durante el recorrido por distintas fuentes del centro, entre ellas las ubicadas en la Plaza de Armas, el Jardín de San Juan de Dios, la Plaza del Carmen y la misma Alameda, la constante es la misma; chorros secos, estructuras deterioradas, basura acumulada y una sensación general de descuido institucional. Lo que antes eran puntos de encuentro, hoy son simples adornos grises que solo recuerdan lo que fue.
La mayoría de los entrevistados coincidieron en que sí les gustaría ver nuevamente las fuentes funcionando como antaño, con agua cristalina, iluminación y mantenimiento constante, pero la esperanza se ha diluido con los años.
“Nos dicen a cada rato que las van a arreglar, pero nunca pasa nada. Ya mejor uno se resigna”, dijo Laura, una comerciante que lleva más de 20 años trabajando en el primer cuadro de la ciudad.
Potosinos no tienen un Ayuntamiento efectivo
De acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) publicado por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi) correspondiente al primer trimestre de este 2025, destaca que solo el 40.1% de potosinos de 18 años o más considera que el Ayuntamiento de la ciudad es efectivo para resolver los problemas que enfrenta el núcleo urbano, como baches, fallas en el suministro de agua potable, alumbrado público, delincuencia y hospitales saturados.
Alameda en el olvido
“Antes uno traía a los niños a ver los patos, a darles de comer a los peces. Ahora ya no hay ni agua. El jardín de la Alameda está completamente en el olvido”, compartió don Javier, un jubilado que camina todos los días desde su colonia al centro para “recordar viejos tiempos”.
El caso del jardín de la Alameda es particularmente doloroso. Este espacio fue, por décadas, pulmón natural del centro y uno de los jardines más vivos de la capital. Hoy, sin embargo, está marcado por bancas rotas, jardineras secas, fuentes vacías y un estanque que alguna vez albergó patos y peces, hoy convertido en un simple charco de lodo. La fauna desapareció, y con ella, el alma del lugar.
No hay acciones reales
Lo que indigna aún más a la ciudadanía es la falta de acción real por parte del Ayuntamiento de la capital. A pesar de las reiteradas promesas de mantenimiento, rehabilitación y reactivación de espacios públicos, los hechos siguen sin reflejarse en la realidad.
“Puro anuncio en redes, puras promesas. Pero uno viene y ve que cada día está peor. Ya ni ganas dan de venir al centro”, expresó Mariana, estudiante universitaria.
La ciudadanía no exige lujos, sino lo básico, limpieza, agua, mantenimiento y seguridad, elementos que, en otras épocas, eran una constante y que ahora parecen una utopía.
“Es triste, porque esto era parte de la identidad de San Luis. Las fuentes eran símbolo de vida y ahora están muertas. El centro ya no es lo mismo”, lamentó Arturo, músico urbano que toca regularmente frente al Teatro de la Paz.
Principales problemáticas
La Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental (ENCIG) del Inegi destaca que los principales problemas que tienen los ciudadanos potosinos son baches en calles y avenidas; fallas y fugas en el suministro de agua potable; alumbrado público insuficiente; además de parques y jardines descuidados.
Por ejemplo, en el servicio de alumbrado público, 47.6% de la población señala que hay atención inmediata de fallos; en el servicio de parques y jardines públicos, el 44.3% considera que son seguros en términos de delincuencia, y 67.8% está de satisfecho con limpieza y buena imagen, aunque esta última no se observa pues los jardines de la ciudad lucen descuidados.
¿Hasta cuándo?
Ante el clamor de la gente, la pregunta se impone, ¿Hasta cuándo el Ayuntamiento de San Luis Potosí dejará de administrar la ciudad desde la pantalla y comenzará a mirar de frente a sus espacios públicos?
La capital potosina merece más que promesas. Merece agua en sus fuentes, verde en sus jardines y vida en sus plazas. Porque el Centro Histórico no es solo un destino turístico o una postal para campañas políticas, es la memoria viva de su gente, y hoy, está siendo olvidada.