Se tiene la oportunidad de cambiar vidas
Para la licenciada en Derecho y magistrada Silvia Torres Sánchez, “La función de impartidora de justicia es un honor, un privilegio, pero también una gran responsabilidad porque cada expediente que pasa por mis manos, porque la función principal es que yo revise las sentencias que dictó el juez de primera instancia, en cada uno de esos expedientes tengo la oportunidad de transformar vidas. ¿Cómo? Pues a través de la solución de un problema a través de la aplicación de la ley”.
Sin embargo, señaló que precisamente “Dado el efecto, las consecuencias de esa función, es que se tiene que hacer de manera responsable, comprometida y, analizando, cuidando y constatando que esas sentencias que me corresponde revisar, fueron apegadas a derecho, que se respetaron los derechos humanos de las partes involucradas, las normas del procedimiento y, sobre todo, porque cada expediente no se trata de números, no se trata de estadísticas, sino de historias de vida que nosotros, como impartidores de justicia, transformamos porque damos una solución y una salida a una problemática que vienen arrastrando a los ciudadanos”.
Y agregó que “Entonces sí, es muy importante, otra de las posibilidades que se me han concedido a través de esta función y que es súper importante, es la capacitación de nuestros jueces auxiliares, sobre todo en los pueblos originarios. Es muy importante porque estos jueces auxiliares en sus comunidades, en sus pueblos originarios, imparten la justicia aplicando sus usos y sus costumbres”.
La importancia del juez auxiliar
Torres Sánchez señaló que “Es muy importante que los jueces auxiliares tengan una capacitación completa y que tengan en claro que sí lo pueden hacer en términos de sus usos y costumbres, pero siempre que apliquen los derechos humanos”.
Consideró que con las capacitaciones, “Generamos que esta función tan bonita de reencauzar vidas, ellos lo realicen pero en su comunidad”.
La aspirante a persona juzgadora dijo que “Yo estoy convencida de que si esos jueces auxiliares tienen la capacitación y los conocimientos, va a ser menos complicado ese peregrinar de las personas de sus comunidades, porque si encuentran la solución ahí, aplicando la ley a través de estos jueces auxiliares, los ciudadanos no tendrán que salir de sus comunidades en busca de la solución a un problema”.
Detalló que “Esa ha sido otra de mis participaciones y la principal ha sido formar parte, llegar a contribuir, inicialmente y hasta en la actualidad, fui adscrita a la tercera sala, que es especialista en Derecho Civil Mercantil y Familiar, y bueno, llegué a contribuir a una actividad, porque es una tercera sala que está muy bien organizada.
¿Por qué participar en este proceso?
Silvia Torres señaló que “Desde muy temprana edad consideré que en la vida puede uno tener cada día muchos objetivos, sin embargo hay dos principales, uno es venir a ser felices, y esa felicidad, ese límite para esa felicidad es no hacerte daño a ti mismo, y obviamente no hacerle daño al prójimo; pero también viene uno a sumar, y también desde muy temprana edad, no me gustan las injusticias, yo considero que la justicia no debe ser un privilegio, sino un derecho para todas y todos”.
Detalló que fue durante la educación secundaria, en la ETI, donde conoció la materia de civismo, “Y fue como mi primer encuentro con esta materia tan bonita que es el derecho”.
Relató también que en la preparatoria número tres, en la última generación de las preparatorias que formaban parte de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, “Tenía una clase de derecho penal y pude reafirmar, confirmar que yo estaba decidida a estudiar derecho para, de alguna forma, contribuir al bien común, contribuir a generar mejores condiciones dentro de nuestro ámbito, dentro de nuestro día a día, y así fue como elegí ser abogada”.
La justicia no es un privilegio, es un derecho
Torres Sánchez dijo que “Mi principal idea y mi convicción es el hecho de que la justicia no debe ser un privilegio, sino un derecho que todos podamos tener.
Señaló que “Entonces, traducir esa idea a la forma, a cómo puedo contribuir, primero ciertamente con el tema de postulante, pero en este caso el beneficiario solamente era el cliente. Hoy por hoy estoy convencida de que necesitamos los mejores perfiles en esta función porque lo que a nosotros nos corresponde aportar es cambiar vidas a través de la aplicación de la ley”.
Sin embargo, dijo, sí es necesaria una constante capacitación por una parte, pero por la otra, un compromiso personal y profesional para trabajar en cada expediente que nos toque analizar.