Miles de estudiantes de la costa de Ecuador iniciaron un nuevo año escolar con la obligación de utilizar mascarillas en las escuelas y colegios como medida de prevención por la alerta epidemiológica generada por el aumento de casos de tosferina.
En total, son más de 2,3 millones de estudiantes y 115.000 docentes de ocho provincias de la costa y las Islas Galápagos los que inician clases desde este lunes, pero solo en tres de ellas (Guayas, Manabí y Santo Domingo de los Tsáchilas) es obligatorio usar una mascarilla en el interior de las unidades educativas por 60 días, según la disposición del Ministerio de Educación.
A esas zonas de la costa también se suma la provincia andina de Pichincha, cuya capital es Quito, y cuyo año lectivo escolar empezó en septiembre pasado, que son en conjunto las localidades del país en las que se registra el mayor número de casos: unos 233 de los 321 contagios que se reportan en todo el país desde inicio de año.
La tosferina es una enfermedad bacteriana aguda que afecta a las vías respiratorias y es más grave en los lactantes y en los niños.
En Ecuador, al menos 200 casos se registran en menores de un año y otros 38 en niños y niñas de entre uno y cuatro años, según el último reporte de la Dirección de Vigilancia Epidemiológica del Ministerio de Salud.
Al menos diez personas, la mayoría menores de cuatro años, han fallecido por esta enfermedad a nivel nacional.
La decisión del uso obligatorio de mascarillas se anunció el sábado, un día después de que el ministro de Salud, Edgar Lama, dijo en una cadena nacional que en el país se iba a intensificar la vacunación frente a los brotes de tosferina y de fiebre amarilla, que han causado preocupación en la población en las últimas semanas.
Sin embargo, Lama señaló que el país no estaba ante una epidemia nacional, sino "frente a situaciones focalizadas" y que estas enfermedades se "pueden contener al actuar con responsabilidad y en unidad".
Entre las medidas anunciadas por el ministro de Salud están la realización de campañas de vacunación masiva en las escuelas para estas dos enfermedades, que en la Zona 8, que comprende a la ciudad de Guayaquil y a sus municipios vecinos de Durán y Samborondón, ya iniciaron este lunes en al menos diez centros educativos.
"Fiebre amarilla no es un problema en la costa ecuatoriana, no hemos tenido ni un solo caso en la costa y así lo mantendremos, pero en cuanto a tosferina hay que proteger a nuestros niños y es necesario darles sus vacunas", dijo este lunes Lama a medios locales antes del acto de inauguración del año escolar.
Por su parte, la ministra de Educación, Alegría Crespo, dijo que este inicio de clases será "desafiante", pero que esperan que con el pasar de las semanas, cuando cada vez más estudiantes se vacunen, el uso de la mascarilla pueda disminuir.
Crespo agregó que desde las unidades educativas también se entregará mascarillas a los estudiantes que no las lleven desde sus casas, especialmente ante la escasez que ya se empieza a registrar en farmacias y distribuidoras de ciudades como Guayaquil.
La cartera de Educación señaló que si se detecta un caso sospechoso o confirmado en un estudiante, docente o miembro del personal educativo, deberá ser reportado de inmediato a la sala de monitoreo del ministerio y la persona afectada deberá permanecer en cuarentena.