¿Qué meterías en una maleta si fuera lo único que te acompañara en tu vida? Una pregunta difícil de contestar para cualquiera, y aún más, en tu postadolescencia. Para la modelo y artista Gabrielle Rul (París, 30 años), ir ligera de equipaje supuso un estímulo positivo que dio rienda suelta a su arte.
“Cuando empecé la carrera de modelo no había mucho que pudiera llevar conmigo. Vivir con una maleta llena puede ser un reto, pero la buena noticia es que el papel y los bolígrafos no pesan tanto, y son muy prácticos para llevar a todas partes. Los aeropuertos y las ciudades nuevas siempre son un entorno ideal para desarrollar la creatividad”, relata por correo electrónico a S MODA.
Esta ilustradora familiarizada con la moda en el plano académico, ya que estudió diseño en la escuela parisina Studio Berçot –”donde aprendí mucho sobre patronaje, la creación de colecciones y todo lo que hay detrás de las colecciones que vemos en las tiendas”, recalca– se mueve como pez en el agua entre ambos universos. Prueba de ello es su nueva colaboración con la marca española Pull&Bear, que representa esa maleta perfecta con todo lo necesario para abordar la temporada estival los proximos meses.
Un armario con ese savoir faire de las parisinas que aborda tendencias clave de la temporada, como el regreso de los polkadots en multitud de prendas y accesorios con cierto regusto vintage, o la omnipresencia del color mantequilla, el pantone ganador de este 2025. La colección reúne todos los básicos ‘virales’ con los que acertar esta primavera, como vestidos midi cubiertos de lunares y con un cuello halter que deja la espalda al aire, microfaldas, sandalias de tacón slim, bolsos noventeros o mocasiones combinados con calcetines.
Una cantera casi infinita de prendas y accesorios aspiracionales con los que divertirse creando un estilismo sublime de ‘layering’ a capas, junto a piezas más casuales como hoddies, shorts o camisetas asimétricas con detalles de frunces. “Sinceramente, me es muy difícil elegir una prenda favorita... Pero creo que el look con la sudadera y las botas es el definitivo. Me encanta usar una sudadera con capucha como refugio, pero al mismo tiempo las botas, el top y los shorts ajustados me hacen sentir realmente como yo soy”, explica la artista. Para los días calurosos que se aproximan, tiene claro la respuesta:
“El vestido y el conjunto amarillo mantequilla. Tiene un aire veraniego y, como toda la colección, es muy versátil, con prendas que puedes usar tanto de día como de noche. Comodidad con un toque de feminidad”.
Gabrielle Rul tuvo la suerte de crecer en un entorno donde sus padres fomentaron la creatividad leyendo libros o jugando en el jardín, además de enseñarle muchas maneras de entretenerse con actividades manuales. “Era un juego que nunca acababa, y siempre nos animaban a desarrollar nuestra creatividad”.
Esa forma lúdica de enfrentarse al día a día lo lleva a rajatabla en su carrera profesional y ante cualquier ámbito, ya sea diseñando una agenda para la prestigiosa firma Moleskine, papeles pintados junto a Pierre Frey o incluso muebles, en el proyecto de Atelier Allume para la exposición La Maison.
Para la campaña de Pull&Bear que tuvo lugar en París, Rul se implicó activamente en la sesión de fotos para combinar ambos mundos, el arte y la moda. “Tuve la suerte de poder interactuar con la marca. No queríamos que fuera un simple «trabajo de modelo». Fue genial poder «pintar» este editorial con ellos.
Como modelo, eres el lienzo del cliente y te encuentras en una pintura/fotografía que no es tuya. En este proyecto participé activamente en la elección del decorado, los materiales, la luz…. Hubo algunas preguntas sobre la marcha, y mantuvimos un diálogo colectivo para crear una imagen. Fue un verdadero placer sentir que participé activamente en el proceso y su creación”, reflexiona.
Con una presencia creciente por galerías y exposiciones internacionales –además de una fiel comunidad en redes sociales–, el arte de Gabrielle habla de paisajes y escenas cotidianas como la hora del baño o una tarde en el café, en numerosas ocasiones, abarrotadas de personas con una pincelada nerviosa y vibrante. “La gente es mi inspiración.
No soy una persona muy sociable, pero me encanta la gente. La relación que tenemos entre nosotros, nuestra forma de relacionarnos con los demás, es algo muy difícil de comprender, pero me fascina dibujarlas. Es como congelarlas en un instante”.