Tras pasar más de cinco semanas hospitalizado por una neumonía doble, los médicos dijeron al Papa Francisco que necesitaba dos meses de descanso, pero el líder de los 1.400 millones de católicos del mundo siguió trabajando hasta el final.
El Domingo de Resurrección, un día antes de su muerte a los 88 años, Francisco hizo su primera aparición pública prolongada desde febrero, entrando en la Plaza de San Pedro en el papamóvil para saludar a la multitud.
“Estaba muy enfermo”
Y por segunda vez desde que dejó el hospital el 23 de marzo, el papa también se reunió el domingo con líderes extranjeros, dando la bienvenida al vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, a su residencia para un breve encuentro.
Me alegró verle ayer, aunque obviamente estaba muy enfermo", escribió Vance en la red social X. "Que Dios lo tenga en su gloria".
El primer ministro croata, Andrej Plenkovic, y su familia también tuvieron un breve encuentro con Francisco el domingo.
Fue un momento breve, pero profundamente conmovedor, un encuentro de amabilidad, sonrisas y bendiciones", dijo Plenkovic en un comunicado el lunes.
Para alguien en convalecencia tras una prolongada enfermedad, Francisco estaba trabajando mucho.
El cardenal Michael Czerny, un funcionario del Vaticano cercano a Francisco, dijo que "el reposo absoluto no es curativo", al tiempo que agregó que "equilibró la convalecencia con su condición de obispo de Roma".
“Murió con el olor de las ovejas en el cuerpo”
Citando una instrucción que Francisco daba a menudo a los obispos para asegurarse que estaban cerca de sus rebaños, Czerny dijo: "Murió con el olor de las ovejas en el cuerpo".
Austen Ivereigh, un biógrafo de Francisco que también escribió un libro con él en 2020, dijo que el pontífice "escuchó atentamente los consejos de sus médicos, pero su primera prioridad era su misión de presencia".
Según indicó, Francisco era "un maestro de la sincronización" y "se aseguró de que tuviéramos un papa para Pascua y mantuvo su misión de presencia hasta el final".
El Vaticano no ha dado detalles sobre la causa de la muerte del religioso argentino. Durante su hospitalización sufrió graves crisis respiratorias que, según los médicos, estuvieron a punto de causarle la muerte.
El cardenal Kevin Farrell, al anunciar la muerte en el canal de televisión del Vaticano el lunes, solamente dijo que Francisco había muerto a las 7:35 de la mañana (05:35 GMT).
UNAS ÚLTIMAS PALABRAS
Desde que regresó del hospital, Francisco tenía atención las 24 horas del día por parte de una enfermera, de acuerdo al Vaticano. El papa había estado recibiendo oxígeno a través de un pequeño tubo bajo su nariz durante la noche, y durante el día según fuera necesario.
Durante su estancia en el hospital, también estuvo usando ventilación mecánica no invasiva, que consiste en la colocación de una máscara sobre su cara para ayudar a empujar el aire en sus pulmones. El Vaticano informó que, tras abandonar el hospital, el Papa dejó de usar la ventilación mecánica.
En su última aparición pública el domingo, Francisco pronunció unas pocas palabras, deseando una feliz Pascua con voz ronca a unas 35.000 personas reunidas en la Plaza de San Pedro.
En el tradicional mensaje de Pascua, leído por un asistente, Francisco reiteró su frecuente llamamiento al alto el fuego en Gaza, calificando de "deplorable" la situación humanitaria en el enclave. También hizo un llamamiento al grupo militante palestino Hamás para que libere a sus rehenes y condenó la "preocupante" tendencia al antisemitismo en el mundo.
El padre Gabriel Romanelli, de la parroquia de Gaza a la que el pontífice llamó regularmente durante la guerra entre Israel y Hamás, dijo a Vatican News: "El papa nos llamó por última vez el sábado por la noche, poco antes de que comenzara la Vigilia Pascual, mientras rezábamos el Rosario".
Nos dijo que rezaba por nosotros, nos bendijo y nos agradeció nuestras oraciones en su favor", agregó.
Cuando recorrió la plaza en su papamóvil el domingo, la gente se alineó para acercarse a él, muchos sosteniendo en alto banderas nacionales y gritando "¡viva el papa!". Algunos ofrecieron bebés para que los bendijera.
La ministra italiana de Familia, Eugenia Roccella, dijo en un comunicado que Francisco lo dio todo hasta el final: "Eligió no escatimar, transmitiendo en su sufrimiento, cercanía física, un mensaje sobre todo su papado".