San Luis Potosí, SLP.- El repique solemne de las campanas a las 12:00 del mediodía marcó el inicio de una emotiva jornada de oración y despedida. Desde lo alto de la Catedral potosina, el sonido resonó profundo en los corazones de los fieles, anunciando el retorno a la Casa del Padre de Su Santidad, el Papa Francisco, a la edad de 88 años, tras doce años de pontificado.
Con profundo respeto y esperanza cristiana, la Arquidiócesis de San Luis Potosí se unió a la Iglesia Universal para encomendar el alma del primer Papa latinoamericano. La comunidad católica local se congregó en la Catedral Metropolitana, donde se celebró una misa en honor al Santo Padre. Cientos de potosinos acudieron conmovidos, portando flores, velas y oraciones, para rendir tributo al hombre que marcó la historia reciente de la Iglesia con su humildad, cercanía y lucha por una Iglesia en salida.
El Arzobispo de San Luis Potosí, Mons. Jorge Alberto Cavazos Arizpe, llamó a la comunidad a unirse en oración durante estos días y a participar espiritualmente en las exequias que se celebrarán en Roma. En su mensaje, recordó el legado del Papa Francisco, quien dejó más de 140 documentos y encíclicas que tocaron los corazones del mundo, como Laudato si' (Alabado seas), Fratelli Tutti (Hermanos todos) y Evangelii Gaudium (La alegría del Evangelio).
“Dale, Señor, el descanso eterno y brille para él la luz perpetua”, expresó el Arzobispo conmovido, agradeciendo a Dios por el ministerio y testimonio de vida del Papa.
Francisco, quien en vida pidió una Iglesia más cercana a los pobres y marginados, fue recordado con especial cariño por su visita a México en 2016, cuando tocó los corazones del pueblo al mostrarse solidario con los más vulnerables.
Entre lágrimas, aplausos y oraciones, los potosinos ofrecieron un último adiós, elevando su plegaria por el descanso eterno de un pastor que caminó con su pueblo.
"La fe no se transmite por proselitismo, sino por atracción, por testimonio", decía el Papa Francisco, y esa atracción, ese testimonio de amor y entrega, es lo que hoy el mundo entero recuerda con gratitud.