Debido al desconocimiento, clasificación errónea o mala interpretación de las reglas de origen, muchas empresas están pagando más -incluso el arancel de 25%- cuando el costo podría ser menor o incluso de cero, señaló un análisis de Prodensa.
El documento realizado por la firma de atracción de inversiones de empresas en conjunto con Adrián González, presidente de Global Alliance Solutions, y otros analistas, enumera los diversos errores que comenten las compañías, lo que les ha implicado no sólo mayor desembolso por aranceles, sino afectación en su logística y tiempos.
Cita el caso de una empresa alemana que importó microcontroladores médicos con un código arancelario incorrecto.
"Las consecuencias incluyeron: retrasos en el lanzamiento, varios días de costos de almacenamiento adicionales, derechos (de comercio exterior) más altos reclasificados bajo una categoría con aranceles más altos y multas administrativas por declaración incorrecta", detalla el análisis.
Prodensa explicó que muchas empresas pagan aranceles más altos de lo necesario porque clasifican incorrectamente o malinterpretan las normas, especialmente aquellas que han ajustado recientemente sus cadenas de suministro debido a estrategias de nearshoring.
Además de señalar los errores, el análisis expone también los mitos sobre las reglas de origen y da recomendaciones.
Fallas más comunes
* No comprender las características o la composición del producto conduce a errores.
* Sin criterios claros, un mismo producto puede ser clasificado de forma distinta por distintos brokers.
* El uso de nombres comerciales en lugar de especificaciones técnicas provoca una clasificación errónea.
Mitos sobre las reglas de origen
* Que aplican si un producto se ensambla en un país, pero no todos esos procesos cumplen con los requisitos, por lo que se requiere una transformación sustancial.
* Que el certificado de origen es todo lo que se necesita, pero si el producto no cumple con los requisitos técnicos, como el contenido de valor regional, la aduana lo puede rechazar.
* Todos los TLC tienen las mismas reglas, pero cada uno cuenta con sus requisitos y en el T-MEC el contenido regional es más alto, por ejemplo, en automóviles ya subió a 75%.