A un año de haber roto relaciones diplomáticas, un nuevo diferendo surgió ayer entre México y Ecuador, luego de que el Gobierno de ese país se declaró en "alerta máxima" por supuestos planes para atentar contra su recién reelecto Presidente, Daniel Noboa, con sicarios llevados desde México.
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) emitió un comunicado en el que rechazó ese tipo de señalamientos y subrayó que, a pesar de la ruptura binacional, México actúa bajo la consigna de no intervencionismo.
"La Secretaría de Relaciones Exteriores rechaza tajantemente la reiterada e inescrupulosa creación de narrativas en comunicados oficiales y filtraciones de documentos oficiales, que aludan a México como fuente de supuestos actos delictivos o situaciones internas en ese país", indicó.
El pasado 17 de abril, cuatro días después de la reelección de Noboa, medios ecuatorianos dieron vuelo a un informe de las Fuerzas Armadas locales en el que se alertó sobre "traslados de sicarios desde México y otros países a Ecuador para realizar atentados terroristas contra el Presidente de la República y su equipo de trabajo".
México y Ecuador mantienen un litigio ante la Corte Internacional de Justicia, luego de que el 5 de abril de 2024, policías del país sudamericano irrumpieron violentamente en la representación diplomática mexicana en la ciudad de Quito para sustraer al ex vicepresidente de esa nación, Jorge Glas, quien se encontraba refugiado en el inmueble.