Viernes 21 de Marzo de 2025 | Aguascalientes.

Con café y cigarrito en mano

Rodolfo Ornelas | 21/03/2025 | 08:18

Cuando llegaba a casa de mi amiga, cada mañana, y al entrar en la cocina, veía a su mamá sentada a la mesa con dos cosas en mano: Un cigarro y un periódico. Frente a ella, una taza de café consumida a la mitad. E igualmente a la mitad llevaba ella la lectura de su diario.

Pareciera que hablar de alguien revisando la cartelera del cine en un impreso, entre otras cosas, paraenterarsequé nuevas películas habían llegado, decidir cuál ver y cerciorarse del costo, es ya un lujo vintage o una curiosa actividad nostálgica. Y nos fascina pensar en esos tiempos en que todo era "echo a mano".

Y no, querido lector, no quiero sonar a un meláncolico empedernido que desea que esos tiempos vuelvan. Pero hay algo que existía por parte de quien acudía a la lectura del periódico: El rigor. No me malentienda, eso aún existe, pero no hay que darlo por sentado. Por parte de quien propone la información siempre hemos tenido de todo: Prensa bien fundamentada y aquella con menor formalidad. Pero piénselo usted: Cualquier cosa hecha a mano necesariamente conlleva cierto rigor.

Tenemos mucho qué celebrar de los tiempos que vivimos hoy, pero también mucho qué cuestionarnos. Enterarse de lo que está sucediendo en México y el mundo es fundamental. Una noticia es un poliedro de muchísimas caras, miles de ellas invisibles a simple vista. Hoy, la mayoría de nosotros leemos (o creemos leer) noticias a través de las redes sociales. Si bien, algunas son mejores opciones que otras, la naturaleza de cualquiera de ellas radica en la inmediatez, en lo efímero y en que todo sea contado en menos de unos cuantos minutos. Claro, vivimos en un mundo cuyo ritmo e intensidad parecen dictados por la canción "Thunderstruck" de AC/DC y como si las 24 horas del día no fueran suficientes para lo que hay que hacer: Cuentas que pagar, cumplir en tiempo y forma en el trabajo, llevar a los niños a la escuela, ir al súper. ¿A qué hora leeré las noticias?

Si al finalizar el día uno entra a redes, lo que se está viendo es solamente un porcentaje verdaderamente mínimodel total que hay detrás de esa publicación. Se está frente a, si bien nos va, raquíticamente una de las caras de ese poliedro del que le hablo. Tengo que reconocer que muchos medios serios de este país, con sus periodistas y columnistas, han hecho un arduo trabajo en mantener amplia su exposición de la información dentro de los parámetros ofrecidos por las redes. Pero la responsabilidad no es solamente del emisor, sino también del receptor. Los caminos van y vienen: Informar e informarse.

Pero aquí va otro punto: Leer y enterarse de las noticias del presente es cada vez más abrumador, estresante, triste, y muy desesperanzador. Le recomendaría ampliamente revisar lo que Mauricio Meschoulam ha expuesto sobre las repercusiones psicosociales en víctimas directas e indirectas ante los sucesos. Descubrir su propio poliedro tridimensional de la información es estar dispuesto a desarrollar una piel dura con el alma más sensible. Cada vez más gente está ávida de no abrir las noticias, o escucharlas al llegar a casa por la noche. Y entonces preferimos ver algo que nos permita "relajarnos" un rato.No quiero crear confusión: Entiendo este sentir.

Si estamos exigiendo un país mejor, ¿no tiene que empezar por uno ese rigor? El trabajo aquí es hacer el esfuerzo por ver más de una cara del poliedro.De antemano podemos confirmar mutuamente que será imposible enterarse del total de caras de la figura, pues nuestra realidad no se compone de colores blanco y negro nada más. Pero es muy valioso preguntarse si uno se entera de lo que está sucediendo por un hashtag o un encabezado. O si está uno dispuesto a escuchar opiniones, leer distintos medios y, ojalá, dar paso a una investigación personal guiada por la propia curiosidad.

Es imposible estar completamente informado de lo que va sucediendo o de cierto tema sin ninguna falla, pero ya lo decía aquel "ilustrado" francés: "Mientras más leo, más aprendo, más seguro estoy de que no sé nada". O, con cierta variación, como lo dijo el famoso Beatle de lentes redondos: "Mientras más veo, menos sé con certeza".

Tratar de entender el poliedro es lo concreto que uno sí puede hacer desde su trinchera para empezar a comprender el país en el que vive.Está bien que no imprimamos más papel, pero que el rigor no se nos extinga con ello.Y eso sí, que nunca se le olvide algo: El rigor no significa flagelación. Acuérdese usted de la mamá de mi amiga, que leía su periódico gozando de su café mañanero y con cigarrito en mano.

Le dejo una recomendación musical para su fin de semana: La canción "Bien Bonito" de Marta Santos.