San Luis Potosí, SLP.- El Arzobispado de San Luis Potosí, a través de su vocero Tomás Cruz Perales, expresó su indignación y dolor ante el reciente hallazgo de un supuesto campo de exterminio en el Rancho de Izaguirre, municipio de Teuchitlán, Jalisco. En un enérgico llamado a las autoridades, especialmente al Gobierno Federal, la Iglesia Católica exigió que no se evadan responsabilidades y se actúe con firmeza para evitar que estos crímenes sigan ocurriendo.
“Es una situación muy terrible, muy dramática para nuestra sociedad. Los obispos de México y la sociedad están profundamente indignados y con dolor ante el reciente descubrimiento de un campo de exterminio del crimen organizado”, lamentó Cruz Perales. Destacó que este hallazgo, que incluye crematorios clandestinos, es una de las expresiones más crueles y deshumanizantes que ha presenciado el país.
Además, el vocero eclesiástico enfatizó la necesidad de que este tema no sea politizado, sino abordado con la seriedad y responsabilidad que merece. Pidió a las autoridades que investiguen a fondo lo sucedido y fortalezcan las acciones de seguridad para impedir que estos crímenes continúen ocurriendo.
En este contexto, Cruz Perales reconoció la labor incansable de las Madres Buscadoras, a quienes calificó como verdaderas heroínas por su lucha en la localización de desaparecidos, una tarea que, señaló, debería ser asumida con mayor compromiso por el Estado. Su declaración subraya el vacío institucional que estas mujeres han tenido que llenar ante la omisión de las autoridades en la crisis de desapariciones forzadas en México.
El llamado de la Iglesia Católica refuerza la exigencia de justicia y verdad en el caso de Teuchitlán y en la lucha contra la impunidad que rodea a la crisis de violencia en el país.