San Luis Potosí, S.L.P.- En la historia de la ciencia y la tecnología en México, existen figuras poco reconocidas cuyas hazañas marcaron hitos en su tiempo. Tal es el caso de Mariana González, una niña de Matehuala que, en 1862, se convirtió en la primera mexicana en volar de manera solitaria un globo aerostático, abriendo camino en la exploración aérea del país.
El globo que pilotó fue construido artesanalmente por su padre, Lucio González, quien, con retazos de tela y costuras hechas a mano, logró diseñar una aeronave funcional. Tras un primer vuelo exitoso de Lucio en enero de 1862, se programó un ascenso especial para su hija en las celebraciones de la Independencia de ese mismo año. Aunque el mal clima impidió la hazaña el 14 de septiembre, al día siguiente, Mariana, con apenas 14 años, logró elevarse desde la plaza de la parroquia de Matehuala, recorriendo los cielos por once minutos antes de aterrizar sin contratiempos entre dicha villa y Los Ángeles.
Este suceso situó a Matehuala como un referente en la historia de la aerostación en México, consolidando a San Luis Potosí como pionero en la materia. Años después, Mariana González se involucró en la vida política y cultural de su comunidad, participando en la resistencia contra la ocupación francesa mediante lecturas patrióticas y discursos.
La historia de Mariana González no solo destaca su valentía y destreza, sino que también resalta el papel de las mujeres en la historia del desarrollo tecnológico de México.
Fuente: Martínez, J.R. (2024). Damas de Potosí.