Lo que Shakira logró la noche del lunes ante 45 mil personas es lo que solo una mujer latina, con más de 30 años de trayectoria y una gran lista de éxitos, puede lograr.
Cada canción, cada ritmo, está impregnado en la mente de sus fans, que corearon a todo pulmón en el Estadio Akron el setlist que eligió para su segunda noche en Guadalajara.
Con todo y que la colombiana se equivocó al arranque del concierto y dijo "Hola Monterrey", la gente olvidó pronto la afrenta y tras la disculpa de Shakira comenzó la avalancha de sensaciones que provocaría por 2 horas y 10 minutos - luego de que el concierto comenzó una hora y 10 minutos tarde.
Shakira dijo sentirse como en casa en Guadalajara, a donde llegó con sus hijos Milan y Sasha, y agradeció la atención que tuvieron durante su estancia.
Las Mujeres ya no lloran World Tour trae consigo una fuerte carga de lo que la de Barranquilla ha querido manifestar en sus años recientes, que las mujeres son capaces de todo.
Lo hizo al referirse a sus penas amorosas, a cómo salió de ellas y cómo cada experiencia la hizo más fuerte... y le ayudó a escribir canciones.
Por ello "Monotonía", "Te Felicito", "Chantaje", "Don't Bother", "Soltera", "Loba" y por supuesto "Las Mujeres Ya No Lloran" (con la que cerró) fueron su canto de guerra. Pero también cuando interpretó "Acróstico", y las imágenes de sus hijos cantando aparecieron en la enorme pantalla que permitía a cada persona en el lugar no perderse detalles del show.
Pero este tour también se trata de regresar a los orígenes, y entonces volvió a cantar canciones icónicas como "Antología", en las que por momentos dejó cantar a su público, así como "Inevitable", "Estoy Aquí" y "Pies Descalzos", sencillo que lanzó en 1995 y que fue coreado en cada estrofa sobre todo por sus fans más antiguos.
La discografía de la colombiana está tan llena de sonidos, que pasaba del reguetón, a la balada, pasando por la cumbia y bachata, para tomar la guitarra eléctrica y luego regresar al pop y también a sus sonidos árabes, todo de una canción a otra.
Así fue la Shakira de estos conciertos, una que cantó en su mayoría canciones en español para su público latino que si bien eran muchas mujeres, también convocó a hombres y sobre todo grupos de niñas que eufóricas gritaban su nombre, agitaban sus brazos en el aire y movían sus caderas ataviadas con cinturones de monedas.
El lunes además tuvo un invitado especial, pues entre los asistentes estuvo el piloto tapatío Checo Pérez, quien no resistió a la música de la colombiana.
Shakira embelesó con sus vestuarios, incontables, que cambiaba a veces entre un tema y otro, arrancó con vestimentas en tonos nude, rosa pálido, plateado y dorado, todos ajustados a su estilizado cuerpo, para llegar al rojo, cuando los acordes de "Ojos Así" sonaron y apareció ella "entre llamas" para provocar un clímax entre el público.
Pero el show debía terminar como la fiesta que fue, por ello se llenó de color y con sus ocho bailarines bailó descalza y llena de color en su ropa "Waka "Waka (Esto es África)" para poner a bailar a todos. Tras el encore llegó "Las Mujeres Ya No Lloran", y no, Shakira ya no llora, ahora sí que factura.
Su gira continua a partir de este 19 de marzo en la Ciudad de México, donde tendrá siete fechas para completar las 11 en el País y la que terminará a finales de este año.