Lo que más le gustaba a Astrid Noemí Cruz Casillas era pasar el tiempo junto con sus hijos Ángel Fernando, de 16 años, e Isabella, de 10, pero esto les fue arrebatado la madrugada del lunes cuando fueron atacados con un martillo en la que fue su casa en el Coto Alicante Capital Norte, en Zapopan.
La mujer y Ángel murieron, mientras que la niña sobrevivió, pero se encuentra grave con una fractura en el cráneo.
"Queremos que el Gobierno, la Fiscalía, haga justicia porque un acto así, tan terrorífico, no se puede quedar impune y que lo haga lo más pronto posible porque mi hermana y mis sobrinos sufrieron, y mucho".
"Les pido de la manera más atenta que se enfoquen, yo sé que hay muchos casos, pero que se enfoquen al mil por ciento y trabajen a marchas forzadas hasta encontrarlo (al asesino) y, que, si necesitan algo de nuestra para apoyarlo, nos hagan saberlo", enfatizó la hermana de Astrid y tía de los niños, Karla Elizabeth Cruz Casillas.
El principal sospechoso, Eduardo Granados Palma, no es padre de los niños, pero tuvo una relación con la víctima durante tres años y logró ganarse su confianza.
"Los niños lo querían mucho, él se portaba muy bien con ellos, pero él siempre fue una persona muy manipuladora, yo lo pude ver desde fuera, cuando uno está enamorado pues omite muchas cosas, pero yo lo pude ver desde fuera, estuvo estafando a mucha gente con una pseudofundación de policías", explicó la familiar.
Eduardo decía que era ex policía y presumía de contactos políticos, aseveró Karla Elizabeth.
Astrid era reservada sobre sus problemas, así que su familia no tuvo mayores alertas durante la relación. Fue hasta que publicó en redes sociales que habían terminado, cuando sus amigas contactaron a Karla y le platicaron que tenía problemas financieros por culpa de él.
"Ella era una mujer muy alegre, muy amorosa, muy cariñosa, muy desprendida, buscaba que los demás estuvieran contentos, felices, se quitaba -literal- el pan de la boca para darles a los demás, muy alegre, muy risueña, con mucha luz, con muchos planes, una mamá extraordinaria que daba todo por sus hijos", afirmó su hermana.
Mientras que a Ángel Fernando le gustaba el futbol.
"Era un niño muy sobreprotector con su mamá y con su hermana, no celoso, sino siempre procuraba que su mamá y su hermana estuvieran bien, le hacía alusión a su nombre, era un ángel, literal, siempre veía por todos los demás".
Por su parte, Isabella es alegre y espontánea.
"Muy 'fashion' como toda niña, tiene mamitis", aseguró su tía.
La pequeña está en un coma inducido porque tiene una fractura en el cráneo, pero su estado de salud se reporta como estable. Su padre se ha hecho cargo de los trámites y costos hospitalarios.