Si bien el sector textil nacional debe ser fortalecido ante la llegada de productos de contrabando y piratería, no tiene que ser bajo condiciones proteccionistas que reduzcan su competitividad, dijo BBVA Research.
El establecimiento de aranceles de entre 15 y 35 por ciento a más de 155 fracciones, que se decretó en diciembre pasado, no debe extenderse a más de 2026, especialmente para no encarecer la producción local que requiere insumos importados, según el "Reporte de Comercio Internacional" publicado ayer por BBVA México.
"Imponer aranceles argumentando que ello fomentará la industria nacional puede llevar a que esta pierda competitividad.
"Por otro lado, perjudica a las industrias nacionales que requieren esas mercancías importadas como insumos, haciendo más costosa su producción y disminuyendo su competitividad", aseguró.
Para mantener este tipo de políticas arancelarias, el Gobierno mexicano debe primero analizar prácticas desleales en la industria, para entonces considerar que el mercado local o los socios comerciales puedan abastecer al sector productivo.
Sin un análisis que justifique las prácticas desleales y sólo considerando el déficit comercial generado, la imposición de aranceles puede implicar incertidumbre comercial e impide que los recursos se dirijan a los sectores más competitivos.