EFE | 18/02/2025 | 15:15
El Gobierno de Panamá confirmó este martes que mantiene a 299 migrantes deportados de Estados Unidos "bajo custodia temporal" en un céntrico hotel de la capital panameña, a espera de ser retornados a sus países de origen.
"Lo que acordamos con el Gobierno de EE.UU. es que ellos quedan y están bajo la custodia temporal nuestra para su protección, pero la OIM (Organización Internacional para las Migraciones) y el ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados) son los responsables por la repatriación a sus países", señaló el ministro de Seguridad de Panamá, Frank Ábrego.
Estos casi 300 migrantes deportados de Estados Unidos en tres vuelos desde la semana pasada están en el hotel Decapolis, cerca de la avenida marítima de Ciudad de Panamá, a espera de ser regresados a sus países de origen, según confirmaron este martes a EFE una fuente próxima al proceso y autoridades panameñas.
"Panamá, dentro de ese marco de ideas, recibió a estos señores migrantes, le dimos la acogida en un hotel de la localidad, en el hotel Decapolis, pues es el que tiene en este momento la capacidad de recibirlos. Ahí se les ha dado su atención médica, la alimentación", aseguró Ábrego.
De ese total de migrantes, 171 "aceptaron regresar en forma voluntaria", según detalló el líder de la cartera de Seguridad panameño.
Así, agregó el ministro, "las autoridades de la OIM y el ACNUR han estado conversando con ellos para el regreso sano y salvo a sus países de origen".
EFE pudo presenciar este martes cómo un grupo de migrantes escribían mensajes solicitando ayuda en las ventanas de ese céntrico hotel de la capital panameña. En concreto, una familia escribió la palabra "Help (Ayuda)" con rotulador rojo en uno de esos amplios ventanales.
No eran los únicos, a su alrededor más de una decena de migrantes, de aparente origen surasiático, se reclinaron en los amplios vidrios cruzando los brazos en forma de cruz, abriendo y cerrando los puños y mostrando una pulsera blanca de plástico en sus muñecas.
En concreto, una niña, vestida con un traje blanco y mascarilla, escribió "Save Afghan girls (Salva a las chicas afganas)", en un papel blanco escondiendo su rostro, después de solicitarlo con insistencia mediante gestos manuales.
Esos casi 300 migrantes son parte de los deportados por Estados Unidos en tres vuelos hacia Panamá, país que los acogerá un tiempo y luego los devolverá a su país de origen.
El Gobierno panameño informó la semana pasada de un primer vuelo con más de un centenar de personas de la India, China, Uzbekistán, Irán, Vietnam, Turquía, Nepal, Pakistán, Afganistán, y Sri Lanka. Y pese a que advirtió de la llegada de otros dos aviones, no confirmó su arribo.
Y, según señaló este martes el ministro, "no se espera la llegada de más migrantes" porque no se han acordado "más" de estos vuelos.
Panamá aceptó ser un "puente" para las deportaciones masivas de EE.UU. después de la visita del secretario de Estado de EE.UU, Marco Rubio, al país centroamericano en medio de las tensiones por las amenazas de Trump para "recuperar" el Canal.
Según el pacto explicado por las autoridades panameñas, Panamá presta la pista de aterrizaje y los albergues de las zonas urbanas de la provincia de Darién, donde está la peligrosa selva que hace de frontera natural con Colombia y que atraviesan los migrantes para llegar a Norteamérica, aunque cada vez con menos frecuencia por las duras políticas antimigratorias del Gobierno.
En concreto, los migrantes son primero alojados en un hotel de la capital y luego movilizados hasta el Darién, donde partirán a sus países en vuelos pagados por EE.UU. "a través de la Organización Internacional para las Migraciones y ACNUR", según explicó la Cancillería la semana pasada.