Las empresas automotrices están reorganizando su producción industrial para cumplir con el mandato del Presidente Donald Trump de fabricar más autos en Estados Unidos, pero esto no significa que abandonen su producción en México, coinciden expertos.
Eric Ramírez, director regional para Latinoamérica de Urban Science, señaló que para las empresas sería mucho más caro "mantener ociosa" la capacidad instalada en territorio nacional.
Dijo que armadoras como General Motors y RAM producen en plantas de México gran parte de los modelos que tiene a la venta en Estados Unidos, lo que dificulta el traslado de su producción.
En el caso de los vehículos eléctricos, el experto estimó que se ralentizarían el ritmo de inversiones en México, porque las que ya están en marcha, como plantas y compromiso con proveedores, sería más costoso cancelarlas.
Carlos Ramos, socio de Hogan Lovells, consideró que lo más complicado para las automotrices estadounidenses en caso de una mudanza de producción, será reorganizar su cadena de suministro.
"Toda la cadena de suministro apunta a México. Los insumos que se importan desde Asia a México no sólo son para una armadora, sino que se importan para muchas armadoras.
"Entonces, van a tener que reorganizar tu cadena de suministro ministro para ahora que llegue a Estados Unidos y no es tan fácil reordenar todos tus contratos", afirmó Ramos.
Reiner Braun, presidente y CEO de BMW Group, dejó en claro que las inversiones en el sector automotriz son siempre de largo plazo, por lo que si se instaló una planta en el País, difícilmente se retirará o sufrirá modificaciones, especialmente en el corto plazo.
BMW fabrica en San Luis Potosí de forma exclusiva su modelo M2, que se exporta a todo el mundo.
Impacto laboral
Ramos insistió en que el tema laboral también enfrentará grandes retos de capacitación si se decide mover la producción.
"La capacidad laboral del trabajador mexicano para este tipo de industrias es altamente calificada.
"Tú no puedes moverla rápidamente por más que haya mucha automatización, porque sí hay un grado de especialización en México muy relevante", abundó.
Ramírez agregó que el principal incentivo de las armadoras estadounidenses para tener plantas en territorio nacional es el bajo costo laboral, en comparación con EU.
Por lo que de haber una mudanza fuera de México, tendría que ser gradual.
"La decisión de mover producción a Estados Unidos tendrá impacto dependiendo de los escenarios de implementación", señaló el directivo de Urban Science.
"Cuando exista una inversión dual donde se produzca el mismo modelo en México y Estados Unidos podría tomar menos de un año. Sin embargo, cuando sea dedicada y solo haya inversión en México, tomará más de dos años hacerlo", expuso.