Ana Paola Dávila | 02/02/2025 | 08:14
La cocina está llena de tradiciones, consejos transmitidos de generación en generación y, muchas veces, información que simplemente no es cierta. Estas ideas, aunque populares, pueden limitar nuestra creatividad o incluso complicarnos la vida innecesariamente.
Mito 1: Los alimentos congelados pierden nutrientes
Existe la creencia de que los alimentos frescos son siempre mejores que los congelados porque estos últimos pierden nutrientes durante el proceso de congelación. Sin embargo, esto no es del todo cierto.
En realidad, muchos alimentos, especialmente frutas y verduras, son congelados en su punto óptimo de maduración. Este proceso ayuda a retener gran parte de sus nutrientes, a veces incluso más que las versiones “frescas” que pueden haber pasado días o semanas en almacenamiento o transporte antes de llegar a tu mesa.
El congelador puede ser un gran aliado para mantener alimentos saludables y prácticos. Así que no subestimes el poder de los alimentos congelados en tu cocina.
Mito 2: Nunca debes usar sal en los frijoles mientras se cocinan porque los endurece
¿Cuántas veces te han dicho que agregar sal al agua de cocción de los frijoles los hará duros como piedras? Este mito ha sido pasado de generación en generación, pero es un error.
La verdad es que agregar sal durante la cocción no endurece los frijoles, sino que, al contrario, mejora su textura y sabor. La sal ayuda a que las pieles de los frijoles retengan su forma, evitando que se deshagan en exceso. Además, si la sal se añade al final, el sabor no penetrará tan profundamente.
Para unos frijoles bien sazonados y perfectamente cocidos, no temas añadir sal desde el inicio de la cocción.
Mito 3: Agregar aceite al agua de la pasta evita que se pegue
Uno de los consejos más repetidos al cocinar pasta es añadir un chorrito de aceite al agua para que los fideos no se peguen. Aunque suena lógico, este consejo no funciona como creemos.
El aceite en el agua flota en la superficie y apenas entra en contacto con la pasta. Lo que realmente evita que los fideos se peguen es revolverlos frecuentemente durante los primeros minutos de cocción. Además, agregar aceite puede ser contraproducente, ya que crea una capa resbalosa que dificulta que las salsas se adhieran a la pasta, restando sabor al platillo.
Si quieres una pasta perfectamente cocida y llena de sabor, saltea el aceite y opta por remover constantemente.
Mito 4: Nunca uses mantequilla para cocinar a altas temperaturas porque se quema
Aunque la mantequilla es conocida por tener un punto de humo más bajo que otros aceites, como el de oliva o girasol, esto no significa que no puedas cocinar con ella a temperaturas altas.
El problema principal radica en los sólidos lácteos de la mantequilla, que se queman fácilmente. La solución es sencilla: usa mantequilla clarificada o ghee, ya que se han eliminado estos sólidos, permitiéndote cocinar a temperaturas más altas sin riesgo de quemarla.
Así que no te limites; si quieres un filete con ese toque dorado y mantequilloso, prueba clarificar tu mantequilla antes.
Mito 5: Siempre debes voltear la carne varias veces al cocinarla
Hay una creencia muy arraigada de que voltear la carne continuamente durante la cocción hace que pierda sus jugos y quede seca. La realidad es que no hay evidencia científica que respalde esta idea.
De hecho, voltear la carne varias veces puede ayudarte a cocinarla de manera más uniforme y evitar que se queme en un lado. Este método también puede acelerar el tiempo de cocción, lo que reduce la posibilidad de que quede seca.
El truco está en no manipular la carne en exceso ni presionarla con una espátula, ya que esto sí podría afectar su jugosidad. Atrévete a experimentar con este método para obtener mejores resultados.
Cuestionar estos mitos y experimentar con nuevas técnicas te permitirá mejorar tus habilidades y disfrutar más de tus platillos. Al final, la cocina se trata de experimentar y disfrutar.