Miércoles 5 de Febrero de 2025 | Aguascalientes.

¿Punto de no retorno?

Armando Ríos Piter | 03/02/2025 | 16:45

Tal y como lo había advertido el día de su toma de protesta, Estados Unidos cumplió su promesa de imponer nuevos aranceles del 25% a México y Canadá, junto con un 10% a China en sus importaciones. Aún cuando expertos afirman que los mayores afectados serán los consumidores de estos productos, ha quedado claro que más allá del impacto económico, el carácter político de la decisión de Trump, tiene como eje central el argumento de “proteger los intereses y la seguridad de Estados Unidos”, lo que estará por encima -al menos en el corto plazo- de las implicaciones económicas y comerciales.

La medida, tendrá graves consecuencias. Según un reporte publicado por el Instituto Mexicanos para la Competitividad (IMCO), “se reducirá la competitividad de la región y tendrá impactos significativos en las economías de las tres naciones; además, irá contra los principios del T-MEC”. El documento enfatiza que, para el caso mexicano, “el impacto será directamente sobre la industria exportadora, pues de ésta, 83% del total tiene como destino Estados Unidos”.

Frente a este escenario, diversos medios difundieron la noticia: “México, Canadá y China, responden a los aranceles de Trump”. Mientras que Canadá anunció aranceles del 25% a productos estadounidenses por 155,000 millones de dólares, China declaró que llevaría la batalla a la OMC y acusaría a Trump de violar las reglas internacionales. Tras calificar dichas medidas como “injerenciastas”, Sheinbaum declaró tener en marcha un “Plan B”, del que se darían mayores detalles el lunes 3 de febrero.

La confrontación comercial ha iniciado. Es aún temprano saber cuales serán su duración, profundidad e implicaciones. Resulta difícil predecir, ¿hasta donde escalará? No obstante, resulta indispensable clarificar las razones por las cuales -según el mandatario estadounidense- se han tomado estas medidas. Tras leer el comunicado de la Casa Blanca del 1º de febrero, resulta evidente que los aranceles no tienen un propósito meramente comercial. Se trata de instrumentos de política pública, enfocados directamente a forzar acciones en torno a migración y -especilamente- tráfico de estupefacientes.

Por ello, vale la pena retomar a fondo el texto publicado por el equipo trumpista, en el que se acusa al gobierno mexicano de tener “una alianza” con los cárteles del narcotráfico, que “pone en peligro la seguridad nacional”. La declaración de los cárteles criminales como “organizaciones terroristas”, se debe a que “son los principales traficantes de fentanilo, metanfetamina y otras drogas, que han puesto en riesgo la salud de los ciudadanos norteamericanos”. Adicionalmente, la Casa Blanca acusó al gobierno de México de haber proporcionado “refugios seguros para que los cárteles se dediquen a la fabricación y el transporte” de drogas. Estos narcóticos “han provocado la muerte por sobredosis de cientos de miles de víctimas estadounidenses”, afirmó Trump en su comunicado. Por último, advirtió que los aranceles a China también se mantendrán hasta que haya “una plena cooperación” por parte del régimen de Xi Jinping en la lucha contra el fentanilo. En su opinión, “China no solo no logra frenar la fuente de drogas ilícitas, sino que contribuye activamente a este negocio”.

Es evidente que la respuesta de México, no servirá de mucho si se hace en el contexto económico-comercial. El señalamiento es duro y directo. El tema es el “fentanilo”, la relación de los cárteles con China a través de los precursores y la presunción de que el gobierno es partícipe.

Hace exactamente diez años, cuando me retiré de la contienda política de Guerrero en busca de la gubernatura de la entidad, tras la desaparición de los 43 jóvenes de Ayotzinapa, señalé que la impunidad y la corrupción de las autoridades, se convirtieron en el cáncer que carcome progresivamente al sistema político mexicano. Tristemente, la enfermedad hizo “metástasis” en mi estado y hoy es evidente publicamente en lugares como Sinaloa y muchos otros. La corrupción con “C”, de la que se alimenta mucha de la clase política, ha conllevado desde hace muchos años, la convivencia con la “C” de crimen.

Hoy que desde Estados Unidos se hacen estos señalamientos, resultará fundamental que Claudia Sheinbaum logre hacer a un lado, todo aquello que desde su partido, huela a “C”orrupción y “C”onvivencia con el “C”rimen. No bastará con arengas o discursos. De no hacerlo, arrastrará a México a una crisis de las mas graves consecuencias. Se trata de un “punto de no retorno”. La #SociedadHorizontal deberá involucrarse si es que queremos que nazca una #NuevaRepública.