El secretario general del grupo chií libanés Hezbolá, Naim Qassem, aseguró este domingo que el Estado libanés es el "responsable" de seguir presionando a Israel para que se retire del Líbano y deje de violar la tregua al aceptar la extensión de alto el fuego hasta el próximo 18 de febrero.
"El Estado libanés aceptó la extensión del alto el fuego hasta el 18 de febrero, por lo cual consideramos que el Estado libanés asume toda la responsabilidad de seguir y presionar, así como de prohibir de todos los modos a través de los patrocinadores y las presiones internacionales estas violaciones de la agresión israelí", afirmó en un discurso televisado.
Dijo que tanto Hezbolá como la Resistencia Islámica -alianza chií liderada por Irán- "teníamos mucha paciencia ya que queríamos que el Estado tuviera todas sus oportunidades para implementar el alto el fuego".
Pero subrayó que la resistencia es "un camino" y que actuarán "según sus evaluaciones y cálculos en el momento adecuado".
Tras expirar el primer acuerdo de tregua el pasado domingo, el Ejército de Israel mató a 24 personas e hirió a otras 134 cuando trataban de acceder a sus aldeas todavía ocupadas en el sur del país, y otros dos más perecieron al día siguiente en las mismas circunstancias, según el Ministerio de Salud Pública libanés.
Este sábado, el Ejército libanés anunció que desplegó sus unidades en la población de Aitaroun, en el sur del Líbano, y en otras zonas fronterizas ante la retirada de tropas israelíes, que deberá completarse el próximo 18 de febrero, fecha en la que se termina el alto el fuego temporal entre Israel y Hezbolá.
Ese pacto establecía la retirada de las tropas israelíes del sur del Líbano y el repliegue de Hezbolá al norte del río Litani, a unos 30 kilómetros al norte de la frontera con Israel.