El número de rusos que han emigrado en los últimos cuatro años a China ascendió a unos 50.000, más del triple que los que residían en la nación asiática en 2020, según informó hoy el periódico ruso Nezavísimaya Gazeta.
«A día de hoy en China residen permanentemente cerca de 50.000 rusos, parte de los cuales son contabilizados por los censos de población chinos», señaló el medio.
Se trata de un proceso que no se vio frenado incluso por las estrictas medidas de cuarentena impuestas en China durante la pandemia de coronavirus, cuando en este país vivían unos 16.000 rusos, según los censos locales.
Según el rotativo, el principal motivo de esta migración es económico, ya que los rusos ven en China mayores posibilidades para conseguir trabajo e impulsar sus negocios, lo cual anualmente impulsa a unos 11.000 rusos a trasladarse al gigante asiático.
Nezavísimaya Gazeta constató que China superó en las últimas décadas a Rusia por nivel de salarios y ganancias de las empresas, lo cual ha llevado a empresarios, especialistas, ingenieros, docentes y médicos rusos a trasladarse a ese país.
Además, crece el número de matrimonios entre ciudadanos de ambos países, según una investigación llevada a cabo por el Centro Federal de Investigaciones Sociológicas de la Academia de Ciencias de Rusia, que también constató el traslado temporal a China de jubilados de Siberia y el Lejano oriente ruso, una tendencia que podría derivar a residencias definitivas.
El periódico constató que los rusos prefieren asentarse en las grandes ciudades con mayores oportunidades de trabajo. Así, en Pekín viven unos 10.000 rusos, mientras que en Shanghái entre 5.000 y 6.000.
En Harbin, Cantón, Urimchi, Hong Kong y Macao, las comunidades rusas alcanzan las 2.000 o 3.000 personas.
Aún con todo, se trata de cifras extremadamente bajas: según investigaciones en Rusia reside casi medio millón de chinos, casi diez veces más que el número de rusos que viven en China.
Todo ello, en el contexto de una reorientación al continente asiático de la economía y las exportaciones rusas bajo la presión de las sanciones impuestas por Occidente por la guerra en Ucrania, lo que ha forzado a Rusia a buscar en China, la India y el sudeste asiáticos nuevos mercados para sus hidrocarburos.