Petróleos Mexicanos (Pemex) reportó la mayor producción de gasolinas desde 2017, cuando empezó a declinar la operación de las refinerías.
Cifras de la petrolera establecen que se produjeron el año pasado 289 mil 800 barriles diarios en promedio, 12.8 por ciento más que los 256 mil 900 barriles de 2017.
Con respecto al año pasado, el incremento en la producción de gasolinas fue de 14.7 por ciento, arrojan las estadísticas de la petrolera.
Aunque registró la producción de gasolina más alta de los últimos ocho años, la empresa del Estado no ha podido alcanzar un promedio de producción anual superior a los 300 mil barriles.
En cuanto a diesel, la producción observada el año pasado también es la más alta en ocho años.
Al cierre de 2024, la producción fue en promedio de 180 mil barriles diarios, cuando en 2017 se observaron 153 mil 600 barriles.
Previo a 2017, la petrolera registraba una producción promedio superior a 200 mil y 300 mil barriles diarios.
Respecto a 2023, el aumento de la producción fue de 33.5 por ciento.
Sin embargo, no sólo los combustibles de alto valor como las gasolinas y el diesel han aumentado, pues el combustóleo, un producto de menor valor por ser un residual que no puede ser procesado en las refinerías y con alto contenido de azufre, también repuntó.
El año pasado se produjeron en promedio 271 mil 400 barriles diarios de combustóleo, la cifra más alta desde 2013, cuando se obtuvieron 268 mil 800 barriles.
Jesús Carrillo, director de Economía del Instituto Mexicano de la Competitividad (Imco), dijo que este incremento se debe a que se está inyectando más crudo a las refinerías.
"Tanto el dato de gasolinas como el de combustóleo es normal, porque le están metiendo más a la refinación que a la exportación.
"Algo que llama la atención es el diesel, que es un producto que tiene valor pero que desde 2015 ha caído hasta 100 mil barriles, y es ahí donde se explican las pérdidas de Pemex TRI (Transformación Industrial)", apuntó en entrevista.
Específicamente sobre la producción de combustóleo, que alcanza las cifras de producción de gasolinas, Carrillo expresó que se debe mandar a las refinerías de Estados Unidos para que sea refinado nuevamente y poder obtener combustibles de alto valor.
Agregó que en caso de que se quisiera procesar ese combustóleo en México, es indispensable que comiencen a operar las coquizadoras de Tula y Salina Cruz.
Sin embargo, las inversiones se hicieron al contrario, es decir, primero el Gobierno decidió construir la refinería de Dos Bocas y luego atender la falta de coquizadoras, para poder aprovechar ese residual.